PARIS.- El enjambre de galaxias en proceso de formación más lejano -y por tanto más antiguo- observado nunca, que estaría situado a unos 13,5 millones de años luz, ha sido descubierto por un equipo internacional de astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) del monte Paranal (Chile).
El descubrimiento, que será objeto próximamente de una publicación en el Astrophysical Journal, permitirá comprender mejor la manera como se formaron las primeras grandes estructuras (enjambres y cúmulos de galaxias) que pueden observarse actualmente, según el ESO.
El nacimiento de los primeros enjambres de galaxias sigue siendo, en efecto, un enigma, aunque los astrónomos han elaborado modelos.
Según algunas teorías, acumulaciones de materia nacieron en el gas surgido de la explosión que dio origen al universo (el Big-Bang). Esas acumulaciones terminaron formando estrellas, que después se agruparon para formar galaxias, las cuales se agruparon a su vez formando los enjambres y los cúmulos de enjambres.
Para verificar esa hipótesis, es particularmente interesante un tipo de galaxias, las radiogalaxias, llamadas así a raíz de sus potentes radiaciones debidas seguramente a la existencia de un agujero negro masivo en su núcleo. Estas galaxias "activas" permiten alcanzar distancias sumamente lejanas, y por ende observar el universo cuando era todavía joven, en los lugares en los que los enjambres de galaxias aparecieron.
Es una de estas radiogalaxias, TN J1338-1948, que el equipo dirigido por George Miley, de la Universidad de Leyde (Holanda), decidió observar con los instrumentos del gran telescopio VLT (Very Large Telescope) del ESO, instalado en la cumbre del monte Paranal, en el desierto de Atacama.
En una región del cielo de diez millones de años luz cuadrados (a una distancia de 13.500 millones de años luz), los astrónomos descubrieron otras 28 galaxias alrededor de la radiogalaxia.
Ventitrés de éstas pudieron ser estudiadas detalladamente con uno de los instrumentos del telescopio, el espectroscopio FORS-2. Resultado: Veinte de esas galáxias se encuentran a la misma distancia que la radiogalaxia. Se trata pues, efectivamente, de un enjambre en proceso de formación. El más lejano observado nunca.
Esta observación constituye la prueba de que en aquella época (1.500 millones de años después del Big-Bang, si se estima en 15.000 millones de años la edad del universo) las galaxias habían empezado ya a reunirse para constituir estructuras más grandes, señala el ESO.
Cada enjambre en proceso de formación alberga probablemente una galaxia muy brillante: una radiogalaxia o una antigua radiogalaxia, agregan los astrónomos.