WASHINGTON.- El telescopio Hubble ha captado unas espectaculares imágenes de la violencia del Universo que muestran colisiones entre galaxias como las que algún día sufrirá la Vía Láctea, en la que se encuentra la Tierra.
El Hubble, dotado en marzo con una nueva Cámara Avanzada de Observaciones que ha costado 75 millones de dólares, ha multiplicado por 10 su poder de resolución, según ha declarado hoy Ed Weiler, administrador de Ciencias Espaciales de la NASA.
La agencia espacial estadounidense calificó de "espectaculares" e "impactantes" las nuevas imágenes captadas.
En una de ellas se ve con gran nitidez una galaxia espiral a 420 millones de años luz de la Tierra que, según los astrónomos, va a modificar la imagen que los libros de texto nos han dado de los cúmulos galácticos.
Los astrónomos que controlan al Hubble la han denominado "Renacuajo", porque arrastra tras de si, a lo largo de unos 280.000 años luz, una larga estela de desechos, principalmente estrellas y nubes de gas, resultantes de las contracciones violentas del núcleo.
En otra de las imágenes, llamada "Los ratones", dos galaxias "realizan una peculiar danza celestial" a 300 millones de años luz de la Tierra, que acabará por fundirlas en un solo cuerpo.
Son imágenes, ha dicho Ed Weiler, de un Universo distante y violento, "las mejores que los humanos han podido ver hasta ahora".
Holland Ford, el investigador principal con la nueva cámara ACS, quien trabaja en la Universidad Johns Hopkins de Maryland, afirma que dentro de 4.000 o 5.000 millones de años, ese mismo destino le aguarda a la Tierra.
La galaxia en la que está el Sistema Solar, la Vía Láctea, se encuentra en un lento proceso de unión con Andrómeda, que algún día llevara a la formación de una sola galaxia elíptica.
Las fusiones de galaxias eran más frecuentes en el pasado, cuando el Universo se encontraba en sus orígenes, ha dicho Ford.
El telescopio Hubble recibió la nueva cámara en marzo, durante la misión STS-109 del transbordador espacial, en la que se le dotó de numerosas mejoras, entre ellas una nueva unidad de potencia a la que se conoce como el nuevo "corazón" del Hubble.
Transcurrido poco más de un mes, "el Hubble está otra vez de vuelta y todo funciona a la perfección", ha señalado Ed Weiler.
El Hubble, que en 1999 ayudó a determinar la edad del Universo en unos 14.000 millones de años, ha captado ahora imágenes de galaxias que los astrónomos creen se formaron en los primeros 1.000 millones de años de existencia del cosmos.
El Hubble ha mirado también en el interior de la gran Nebulosa Omega, un criadero de estrellas recién nacidas, envueltas en una nube algodonosa, fría y azulada, de hidrógeno.
También llamada Nebulosa del Cisne, el área captada por el Hubble es unas 3.500 veces mayor que nuestro sistema solar y alberga en una depresión de las zonas luminosas lo que los astrónomos han llamado una "nube oscura", una masa gaseosa en la que se está formando una estrella gigante que será mayor que todo el espacio que ocupa la rotación de los planetas alrededor del Sol.
"Un inocuo pilar de gas y polvo, llamado la Nebulosa del Cono, asemeja a la pesadilla de una criatura marina saliendo de las aguas", según describe la NASA otra de las regiones captadas por el telescopio.
"Lo mejor está aún por venir", ha dicho Weiler, quien considera el trabajo del Hubble como un "vistazo profundo a los interiores del Universo".
John Grunsfeld, el astronauta de la NASA que ayudó durante los paseos espaciales a instalar la nueva cámara ACS explicó hoy la complejidad de su misión y, a la luz de las imágenes obtenidas por el telescopio, dijo en tono irónico:"gracias a Dios, no lo rompimos".