WASHINGTON.- Un investigador de la Universidad de Buffalo elaboró un programa informático -a pedido del Instituto estadounidense de Justicia- capaz de cotejar las distintas grafías y reconocer las que pertenecen a la misma persona.
La solicitud del Instituto de Justicia tenía como objetivo demostrar que un documento manuscrito puede ser utilizado como prueba en un proceso, como sucede con las huellas digitales.
Gracias al software puesto a punto por el científico Sargur Srihari, capaz de reconocer también falsificaciones, el 29 de abril pasado por primera vez desde 1993, un tribunal en Pennsylvania consideró como pruebas una serie de documentos manuscritos.
En 1993 la Corte Suprema de Estados Unidos había de hecho descartado, ante la falta de demostraciones científicas, el análisis de la escritura como prueba admitida.
Anteriormente, Srihari había ya elaborado un software para los servicios postales, capaz de reconocer alrededor del 75 por ciento de las direcciones escritas a mano, identificando 11 estructuras distintas de escritura y 512 modelos de cartas y números.