WASHINGTON.- No es novedad decir que uno de los negocios más rentables en internet es la pornografía.
Es más, quizás la pornografía fue uno de los primeros negocios que demostraron ser rentables a través de la red. La privacidad de acceder a contenido pornográfico en el hogar y el hecho que cada vez hay más páginas para adultos gratuitas fueron los pilares perfectos para el boom que experimentó esta industria desde la mitad de la decada pasada.
Sólo en Estados Unidos, cada año la pornografía genera dos mil millones de dólares en ganancias, y cada día los motores de búsqueda registran 68 millones de solicitudes a algunas de las 372 millones de páginas XXX que existen a nivel global.
A este boom económico se ha sumado una controversial teoría, que el acceso a porno a través de la red reduce las violaciones sexuales.
Se preguntará cómo es esto posible. Durante años los activistas pro vida familiar han denunciado los “horrores” que puede provocar el acceso a pornografía en intenet en los jóvenes. Pues bien, gracias a la economía se ha encontrado una relación positiva entre páginas pornográficas y delitos sexuales.
El autor de la afirmación es un profesor de economía de la Universidad Clemson, Todd Kendall, quien preparó para Stanford un estudio llamado “Porno, Violación y la Internet”.
El proceso que llevó a cabo Kendall fue relativamente simple. El académico revisó la tasa de penetración de internet en los 52 estados del país desde 1998 hasta 2003.
Al mismo tiempo, investigó la incidencia de violaciones en el mismo período.
El resultado fue revelador. “Descubrí que la llegada de internet vino acompañada de una disminución en la tasa de violaciones”, escribe Kendall en su reporte.
La relación fue la siguiente. Si la tasa de penetración de internet sube un 10%, la tasa de crímenes sexuales baja un 7,3%. Simple y directo.
Kendall atribuye estas cifras al acceso gratis a pornografía a través de la web. Pero no sólo eso, el economista acotó su investigación al grupo etario que más consume pornografía por internet, los jóvenes de 15 a 19 años (70% de los jóvenes entre 18 y 24 años admiten visitar sitios de adultos en Estados Unidos, mientras que el 80% de los menores entre 15 y 17 años reconocen acceder a páginas de pornografía dura o hardcore).
Aquí encontró que la tasa arrestos por violaciones bajaba mucho más, a un aumento de 10% en la tasa de penetración de internet, la ocurrencia de violaciones bajaba un 15%.
La lógica no es difícil de imaginar. Tomemos a un joven que en vez de estar consumiendo pornografía en su casa, esté en la calle con las hormonas a full. “Este joven tiene muchas probabilidades de atacar sexualmente a alguien sin el acceso a la pornografía a través de internet”, dice Kendall.
Teniendo la posibilidad de entretener sus neuronas a través de la pantalla del monitor con multimedia pornográfica, existe un menor riesgo que este individuo ataque sexualmente a una compañera de colegio o universidad.
Hay que dejar en claro que la mayoría de los ataques sexuales no reportados a la policía en Estados Unidos son perpetrados por conocidos o compañeros de estudio de las víctimas, según el FBI.
Es necesario decir también que el controversial reporte va a contrapelo de la gran mayoría de investigaciones sociales que, en gran número, establecen que la pornografía es un pilar fundamental en la cultura machista que objetiviza a la mujer y, en consecuencia, insta a cometer violaciones sexuales.
Sin embargo, la hipótesis de Kendall radica en el hecho que la pornografía y la violación son sustitutos económicos, y cuando sube una, baja la otra.