WASHINGTON.- El uso de los “blogs” y de las páginas web de videos como herramientas de propaganda electoral ha alcanzado su apogeo en esta campaña electoral, sobre las que uno de cada tres ciudadanos afirma haberse informado por Internet.
La gran revolución de los “blogs” llegó en las elecciones presidenciales del 2004, aunque las legislativas de hoy han evidenciado que están aquí para quedarse.
Durante la jornada electoral, varios “blogs” encuestan a sus usuarios en busca de posibles irregularidades o anomalías en los colegios electorales, con el objetivo de convertirse en una suerte de guardianes de la democracia.
Estas bitácoras digitales albergan a todo el espectro político, desde las páginas más izquierdistas, como “DailyKos,” a auténticos paladines de la causa conservadora, como “Instapundit.”
Paradójicamente, o quizá no tanto, los “blogs” con más éxito son los que se sitúan más escorados hacia una posición política u otra.
Mención aparte merece el ex empleado de supermercado reconvertido a líder de opinión, Matt Drudge, quien, por medio del sensacionalismo y un estilo punzante, ha conseguido que su “Drudge Report” sea una de las páginas más visitadas en los despachos del poder en Washington.
Aunque supuestamente independiente, sus dardos hacia las filas demócratas han tenido una presencia más limitada en esta campaña, si bien no dejó pasar la oportunidad de dejar como siempre su impronta.
Su “blog” acusó a los demócratas de haber filtrado a los medios de comunicación pocas semanas antes de las elecciones los mensajes que el ya ex congresista republicano Mark Foley envió a los ujieres menores de edad del Capitolio.
Como ha sucedido en anteriores ocasiones, los cargos se quedaron en agua de borrajas.
El desprestigio de los “mainstream media” (los medios tradicionales) entre los internautas estadounidenses ha propiciado la proliferación de “blogs” con sus “verdades” alternativas, que en muchas ocasiones nunca son confirmadas.
Según una encuesta reciente de AOL, más de el 20 por ciento de los usuarios consultaron un “blog” sobre las elecciones y el 10 por ciento llegaron a participar en ellos.
En estas elecciones, los votantes demócratas parecen haber recuperado parte del tiempo perdido en la “blogosfera,” que ha dejado de ser un bastión de la derecha como hasta ahora.
Más de las mitad de los votantes que se describieron a sí mismos como “liberales” (una palabra que en EEUU equivale a progresista) aseguró haber recurrido a Internet para informarse, frente al 42 por ciento de quienes se consideran “moderados” y el 39 por ciento de los “conservadores”.
"En muchos aspectos, los “bloggers” actúan como reporteros de periódico y la gente que graba vídeos son como periodistas de la televisión,” asegura Lee Rainie, director del Pew Internet and American Life Project.
Si ha habido una estrella en Internet en las elecciones del 2006 ésa ha sido la web de vídeos “YouTube,” por donde se han difundido los anuncios electorales más controvertidos y unas cuantas imágenes delatoras.
La campaña, que se ha distinguido en muchos estados por el juego sucio, ha dejado algunos vídeos memorables como el que muestra al candidato republicano al Senado por Virginia George Allen llamando "macaco” a un colaborador de su contrincante demócrata.
Otro de los vídeos más populares es el del actor Michael J. Fox, quien, entre convulsiones provocadas por su mal de Alzheimer, pide el voto para los demócratas por su postura favorable al uso terapéutico de las células madre.
En cualquier caso, resulta evidente que, como afirma Rainie, "Internet se está convirtiendo en un nuevo actor en la comunicación política”.