PARÍS.- Las autoridades del departamento de Var, en Francia, han puesto en marcha un proyecto piloto que consiste en la fabricación de hormigón a partir de sedimentos extraídos del fondo marino.
El proyecto, explicado hoy por varios de sus participantes, implica dragar el fondo marino de varios puertos de la Costa Azul y obtener fango contaminado por la polución ocasionada por el tráfico marítimo.
A continuación los técnicos tratan ese cieno para convertirlo en inocuo.
Con ese material los ingenieros fabrican un hormigón que no contiene cemento, al tiempo que contribuyen a la conservación del medio ambiente con la descontaminación de los fondos marinos.
Por el momento bloques de ese hormigón son mantenidos al aire libre en el puerto de Seyne-sur-Mer y en el fondo del mar, con la intención de estudiar su resistencia en ambos medios.
"El mar ha sido considerado durante mucho tiempo como un basurero y se encuentra de todo en esos sedimentos”, ha declarado el director del puerto urbano de Marsella, Francis Cann.
En lugar por el almacenamiento de los residuos del fondo marino las autoridades de Var han optado por impulsar su reciclaje, conscientes de la importancia que supone preservar una franja costera de más de cuatrocientos kilómetros.
La experiencia que se lleva cabo en Seyne-sur-Mer implica impulsar el proceso del oxidación al aire libre del material contaminante, así como el uso de ácido fosfórico para convertir en inertes los metales encontrados en el fondo marino, como el plomo, el cadmio o el cobre.
La misma experiencia será llevada a cabo en los próximos meses en otros puertos franceses de la región de Bretaña.
En el proyecto participan científicos y expertos de varias instituciones, como el Centro Nacional de Investigación (CNRS) y las Universidades de Caen, Marsella y Pau, entre otras.
Si el proyecto sale adelante los constructores podrían tener un material alternativo para su sector, ya que la intención es que se pudiera emplear en diversas infraestructuras, tanto terrestres como marítimas.