RÍO DE JANEIRO.- De las señales de humo de los indios a las modernas vídeo-conferencias a través de teléfono móvil, el Museo de las Telecomunicaciones de Río de Janeiro hace un recorrido por los inventos que cambiaron el mundo de la comunicación.
La muestra, que abre mañana sus puertas al público, es el primer museo dedicado a las telecomunicaciones en Brasil y engloba historia, ciencia y entretenimiento.
En un espacio de poco más de 200 metros cuadrados, el visitante podrá viajar por toda la historia de la comunicación humana a través de una infinidad de ventanas de informaciones, imágenes, sonidos, vídeos y objetos que reconstruyen la relación del hombre con las nuevas tecnologías de la comunicación.
La cantante brasileña Maria Bethania da la bienvenida a los visitantes con la canción “Oração ao Tempo” (Oración al tiempo), de su hermano Caetano Veloso, que presenta la preocupación eterna del hombre por conquistar el tiempo y el espacio.
Los propios protagonistas de la evolución tecnológica cuentan en primera persona las motivaciones que les llevaron a la búsqueda y el descubrimiento de objetos cotidianos para el hombre de hoy como el teléfono, el fax o internet.
Las voces de la escritora brasileña Clarice Lispector, Sigmund Freud o Thomas Edison se presentan ante el espectador gracias a archivos sonoros inéditos.
Asimismo, el visitante podrá tener una cita cara a cara con personalidades que tuvieron una visión futurista de la humanidad en diferentes momentos de la historia como Leonardo da Vinci, Platón, Goethe o el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer en la sala de los "Profetas del futuro” en la que aparecen sus rostros proyectados en una cabeza virtual.
Los encargados de dar vida a estos personajes que hicieron historia son populares actores brasileños como Miguel Falabella, Marisa Orth o Renata Sorrah.
La muestra la conforman más de 200 objetos entre los que se encuentran un ejemplar del primer PC vendido en el mundo, guías de teléfono digitalizadas, que rebelan la dirección de cariocas ilustres, o todos los modelos de teléfono que se cobijaron a lo largo de la historia bajo el característico “orelhão” -teléfono público brasileño con forma de gran oreja-.
Brasil fue uno de los primeros países en implantar el teléfono después de que el emperador Pedro II quedase impresionado al conocer en 1876 el teléfono de Graham Bell en una exposición en la ciudad estadounidense de Philadelphia.
La muestra recuerda la célebre frase que dijo el emperador al oír la voz de Bell declamando Hamlet al otro lado de la línea: “Meu Deus, isso fala” ("¡Dios mío, eso habla!").
Precisamente es el encanto de la primera cabina telefónica que se implantó en Brasil, en 1930, la que permite al espectador hacer un viaje en el tiempo a través de películas de aquella época.