PARÍS.- Esta semana un hospital de las afueras de París comenzó a usar a modo de prueba brazaletes electrónicos en los recién nacidos para evitar raptos.
La maternidad del hospital de Raincy-Montfermeil, que fue escenario de varios secuestros de bebés en los últimos cinco años, propone desde el martes una pulsera electrónica a los padres de los bebés, quienes pueden negarse a usarla si así lo desean.
La finalidad es impedir los raptos, muchas veces producidos por una falta de entendimiento dentro de las familias o los intercambios de bebés, sin necesidad de montar una guardia permanente en las entradas y salidas del hospital.
El sistema, que ya se usa en Inglaterra, Irlanda, Australia o Malasia, consiste en activar un sistema de alarma cuando el bebé que lleva un brazalete sale de un perímetro determinado, lo cual permite localizarlo inmediatamente.
De color gris y fabricada con plástico y silicona, la pulsera tiene en su interior un dispositivo que transmite ondas de radio a sensores repartidos por el establecimiento.
El brazalete es impermeable, pesa 12 gramos y no produce alergias.
Entre 2002 y 2005, dos bebés fueron secuestrados en esta maternidad y otro desapareció en 2007 en manos de una adolescente que acompañaba a una madre a una consulta.
"Es una respuesta simple y no muy cara a este problema", explicó Michel Camus, director del centro médico.