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Santiago: Martes 26 de noviembre del 2024 | Actualizado 23:57
LA HABANA.- Pese a las restricciones vigentes en Cuba para la compra-venta entre particulares y el acceso a Internet, los cubanos han creado en la red un insólito mercado virtual en el que se pueden encontrar desde lanchas y equipos GPS para alcanzar las costas de EE.UU. hasta bóvedas de cementerio.
Hace unos años, los portales de anuncios clasificados incluían pocas ofertas de Cuba, en su mayoría centradas en habitaciones de alquiler en casas particulares.
Sin embargo, y a pesar de las restricciones para el uso de Internet -según cálculos extraoficiales menos de uno de los once millones de cubanos tienen correo electrónico y acceso a una intranet-, los cubanos se han puesto al día y han inundado con ofertas de todo tipo los portales de anuncios clasificados.
En contraste con la limitada oferta de los comercios de la isla, todo, o casi todo, se puede comprar y vender en el mercado virtual en la “moneda fuerte,” es decir, en CUC (pesos cubanos convertibles, equivalentes a US$1,08 dólares).
En la página de Cuba del sitio “clasificados.st” es posible conseguir un bote de goma, una lancha con casco de fibra de vidrio y motor de 60 caballos o un equipo de vela a la venta por unos US$325 dólares.
Un GPS para la lancha puede adquirirse en la red por unos US$550 dólares “en perfecto estado, con manual de navegación para aquellos que quieran salir de pesquería seria,” subraya el anuncio.
Los hay que no pierden el sentido del humor, como un habanero que anuncia una balsa de llanta neumática, “equipada con GPS apuntado a la Yuma (EEUU),” y otro que alquila una “balsa con alas” y convoca a los interesados: “Salidas todos los martes desde la playita de 16. Ciudad de La Habana”.
Para rizar el rizo, la red ofrece anuncios sobre la propia red, como la venta de un e-mail con salida internacional y disponible las 24 horas del día por 15 CUC (unos US$16 dólares).
Una oferta muy atractiva en un país donde la compra de direcciones de correo y de claves es uno de los recursos utilizados por los cubanos de a pie para acceder a internet, normalmente un servicio reservado a intelectuales, médicos, funcionarios y profesionales autorizados.
Aunque, más allá de estas curiosidades, los autos y las permutas de viviendas siguen acaparando el mayor número de ofertas.
En el mercado virtual es posible encontrar un Chevrolet de 1956 por US$12.500 dólares, un Mercedes de 1953 por 12.000 o un Fiat 125 por 5.000.
Los Lada, los populares autos soviéticos cuyo uso se extendió en Cuba durante los años 80, merecen mención aparte.
La red ofrece desde el capó de un Lada por 60 dólares hasta aires acondicionados de Tico adaptados para la marca soviética o motores de elevalunas eléctricos para las ventanillas, y por unos 8.000 dólares es posible conseguir un Dodge del 74 (taxi), con mecánica Lada y butacas Nissan.
Los anuncios de viviendas tienen también sus peculiaridades, aunque hay que tener cuidado a la hora de hacer negocio y conocer la compleja legislación cubana, que sólo reconoce las permutas (intercambios).
Además, es recomendable manejar el lenguaje virtual, en el que las habitaciones han sido sustituidas por cuartos que se representan con la cifra 4.
Así, es posible encontrar algo como esto: “Permuto una casa de 2/4 y medio en Marianao y una d 1/4 en Playa por una d 3/4 en Playa, oigo proposiciones”.
Hay ofertas más concretas: “Compro su azotea para construir mi casita, solamente en el Vedado. Esto es algo completamente legal. ¡Embúllese!”.
Y no faltan los despistados, como el español interesado en comprar un apartamento en La Habana con vistas al Malecón que anuncia que visitará Cuba en septiembre y que tal vez no sabe que los extranjeros, salvo casos excepcionales, no pueden tener propiedades en Cuba legalmente.
Pero quizá la más estrambótica de las ofertas de este mercado virtual sea la venta de un bóveda del cementerio Colón de La Habana, "muy fina,” de mármol blanco de 1924, en perfecto estado, “a la sombra y muy céntrica.” “Una inversión familiar para muchas generaciones.” Precio a convenir.
