VIENA.-Los tilos del centro de Viena tienen desde hoy un nuevo vecino que marca el camino del futuro: el “árbol solar”, un nuevo tipo de farol experimental que aúna lo último del diseño, la ecología y el ahorro de energía.
Otro de los alicientes del proyecto es que su creador es Ross Lovegrove, uno de los gurús del diseño industrial, tenido por muchos como un visionario desde que participó en la creación del Walkman de Sony o el ordenador de sobremesa iMac de Apple.
"Los árboles solares transmiten más que luz”, dijo Lovegrove sobre su proyecto, son una apuesta por “la innovación ecológica y la alegría de una nueva estética posible a través de los procesos digitales, traen la naturaleza al gris urbano y dirigen nuestros sentidos con optimismo hacia el futuro”, asegura el creador.
El primer árbol solar, una cuerpo lumínico que funciona de forma autónoma gracias a sus placas fotovoltaicas y con forma vegetal, se descubrió anoche oficialmente delante del Museo de Artes Aplicadas de Viena (MAK), en el centro de la capital.
Lovegrove ha explicado que los árboles solares pretenden ser eficientes y sencillos, en los que el diseño está al servicio de la funcionalidad del objeto y cuya función no es la de ser "decorativos”.
El proyecto se inscribe dentro de la primera edición de las "Semanas de Diseño de Viena,” que se celebra hasta el 21 de octubre en Viena.
La parte industrial del proyecto se desarrolló con la cooperación de las empresas Artemide y Sharp, que dotaron al objeto de una nueva tecnología que permite almacenar la electricidad hasta tres días y con la que se logra una potencia lumínica de 34 vatios.
Diez placas solares se extienden hacia el sol gracias a diez brazos que asemejan ramas y que exponen la idea de Lovegrove de que el diseño industrial debe guardar una estrecha relación con los procesos naturales.
"No es el proyecto de un museo ni una obra de arte”, aseguró el director del MAK, Peter Noever“, sino que se trata de una intervención urbana independiente de la red eléctrica”.
En un principio, la instalación se mantendrá hasta el 29 de octubre, aunque el director del MAK está negociando con el municipio de Viena su exposición permanente y quiere incluso colocar de cinco a ocho “árboles solares” más, que se expondrán ante el museo y la Universidad de Artes Aplicadas.