BUENOS AIRES.- Si las encuestas no fallan, Cristina Fernández se convertirá en la primera mujer elegida presidenta en Argentina. Y todo sin conceder una sola palabra a la prensa argentina ni debatir con los candidatos opositores.
Mientras sus contrincantes desfilan por canales de televisión y estaciones de radio, la primera dama elude a la prensa y ha decidido conectarse con los electores a través de su sitio oficial de Internet (www.cristina.com.ar).
Días atrás, al ser interrogada sobre su relación con el periodismo en un foro empresarial, Fernández sostuvo que cree en “la importancia y en el rol de los medios de comunicación”, pero consideró que no deben ser “un espacio en el que un dirigente tenga que estar hablando todo el día. Creo en los gobernantes que hacen más que en los que hablan”.
Aunque concedió algunas entrevistas a medios extranjeros, sigue la estrategia comunicacional de su esposo el presidente Néstor Kirchner, quien en cuatro años no ha dado conferencias de prensa y muy de vez en cuando acepta un mano a mano con periodistas, a los que suele confrontar desde el atril de la casa de gobierno.
“Creemos en una comunicación sin intermediarios con la gente”, se defiende la senadora.
Pero para su biógrafa, la periodista Olga Wornat, la fobia de Fernández con la prensa comenzó en 2004 cuando Kirchner fue hospitalizado por una gravísima hemorragia gástrica. “Todos los periodistas y fotógrafos se querían meter a la habitación, era horrible, parecían cuervos”, le contó a la autora de “Reina Cristina”.
La particular relación de los Kirchner con el periodismo ha sido objetada en la reciente Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). El organismo denunció que “la libertad de prensa se ve deteriorada por la obsesiva tendencia del gobierno hacia la uniformidad de pensamientos, sin dar lugar al pluralismo de ideas”.
Sin embargo, no le ha restado presencia en los medios. Fernández es la postulante más mencionada en radios y diarios, mientras que en los noticiarios televisivos está segunda detrás de la opositora Elisa Carrió, según un estudio de la Fundación Poder Ciudadano sobre la cobertura informativa de la campaña presidencial.
Desde que lanzó su postulación en julio, Fernández llamativamente centró primero su campaña en el exterior. Viajó por América Latina, Europa y los Estados Unidos para entrevistarse con presidentes, dirigentes y empresarios. Recién en el último mes se volcó de lleno a la campaña en su país, con actos breves y sin grandes multitudes, en los que suele elogiar la gestión de su marido, pero da pocas precisiones sobre aspectos centrales de su futuro gobierno.
Y mientras se mantiene alejada de los medios de comunicación tradicionales, la primera dama ha decidido incursionar en internet. En su sitio se transmiten en vivo discursos y también las giras por el exterior, siendo hasta aquí la única candidata en recurrir a esta técnica multimedia.
“Uno de los objetivos del sitio es informativo. Es la voz oficial. Responde a una correcta estrategia de comunicarlo todo”, explicó a la AP Pablo Capurro, director de la agencia de servicios de contenidos y desarrollo web SG2, que diseñó la página.
También incluye una biografía interactiva y una galería de fotos inéditas de su juventud y otras con algunos de los líderes con los que se entrevistó como el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de México, Felipe Calderón; de Venezuela, Hugo Chávez; de Chile, Michelle Bachelet, y la canciller alemana Angela Merkel. O junto a celebridades de la música como Shakira, el grupo mexicano Maná y el cantante Bono de U2.
El sitio, que se desarrolló tomando como modelos los del precandidato demócrata Barack Obama y del presidente francés Nicolas Sarkozy, apuesta a seducir a una masa de indecisos -estarían en el 20%-, aseguró Capurro.
Este estilo particular de campaña ha sido efectivo, al menos así lo prueban las encuestas. La candidata del centroizquierdista Frente para la Victoria cuenta con una intención de voto que oscila entre el 40% y el 45%, varios puntos por encima de sus seguidores, según los últimos sondeos.
“Hay un estado de ánimo positivo sobre el gobierno. Estas campañas sobre la imagen tienen poca reflexión conceptual. Pero a la gente qué le importa”, dijo en una reciente entrevista el semiólogo Eliseo Verón.