BRUSELAS.- El buscador de internet Google ha anunciado hoy que ha adaptado su servicio de descarga gratuita de libros, Book Search, para que puedan leerse también desde teléfonos móviles que funcionen con Android, el software para móviles de Google, y para los iPhone de Apple.
Hasta el momento, ese servicio sólo permitía el acceso a los volúmenes desde computadores, destacó la empresa en un comunicado.
El nuevo producto, que ya está operativo, ha “optimizado” Google Book Search para hacer más fácil la lectura de cerca de 1,5 millones de obras que no están protegidas por copyrigh, en su totalidad y con sus ilustraciones, en ese tipo de teléfonos móviles.
En concreto, Google ha puesto a disposición de los usuarios de forma gratuita más de un millón de libros con base en Estados Unidos y más de medio millón de fuera de ese país pero de dominio público.
Para leer estos volúmenes, es necesario acceder desde un iPhone o un móvil con Android a la página http://books.google.com/m.
Google insiste en las ventajas de tener acceso a las obras a través de internet desde cualquier lugar, y destaca que cada vez hay más personas utilizan teléfonos móviles inteligentes de tercera generación para conectarse a la Red.
La compañía afirma que, por el momento, ofrecerá libros sin derechos de autor, aunque en el futuro espera expandir la oferta a la vez que avanza en su proyecto de digitalización de obras.
El pasado mes de octubre la compañía ya anunció un acuerdo con las agrupaciones estadounidenses de autores y editores Authors Guild -que representan a más de 8.000 creadores- y la Asociación Americana de Editores para que puedan recibir una compensación económica por la publicación de sus obras a través de Google Book Search.
En particular, Google ha aceptado pagar 125 millones de dólares que se emplearán en “la creación de un registro de derechos editoriales, el pago de costes legales y para resolver actuales denuncias de autores y editores”.
Google está digitalizando los fondos de algunas de las principales bibliotecas de EE.UU., entre ellas la biblioteca pública de Nueva York y las de las universidades de Stanford y Harvard.
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