LONDRES.- Jugadores, tengan cuidado. Mantener el control de la consola apretando los botones muy fuerte, puede crear un nuevo problema a la piel caracterizado por dolorosos bultos en las palmas de las manos, según lo que advirtieron científicos suizos el martes.
Llamado “hidradentitis palmar del PlayStation” por los científicos, el problema de la piel puede causar dolorosas lesiones en las palmas similares a las que se pueden encontrar en los pies de los niños después de tener actividad física intensa, explicaron.
“El roce constante y apretado de los controles junto con apretar repetitivamente los botones, puede producir un trauma menor pero continuo a las superficios (de la palma)”, reportó Vincent Piguet junto a sus colegas de la escuela de medicina de Geneva en la Revista Británica de Dermatología.
Un vocero de Sony, fabricante del PlayStation, notó que el estudio involucraba a una persona, y que la compañía ha vendido miles de millones de consolas desde su lanzamiento en 1995.
“Como con cualquier actividad recreativa, hay consecuencias posibles al no seguir el sentido común, las advertencias de salud e instrucciones, que pueden ser encontradas en los manuales de instrucciones”, explicó David Wilson, vocero de Sony.
“No queremos subestimar esta investigación y estudiaremos los hallazgos con interés, pero esta es la primera vez que hemos escuchado de una queja de esta naturaleza”.
El juego excesivo es visto como un problema de salud, como un comportamiento adictivo que puede llevar a una serie de problemas psicológicos, según los investigadores.
Otros investigadores han identificado tendinitis aguda por jugar mucho con las consolas de Nintendo, y ahora un desorden relacionado con el PlayStation puede ser añadido a la lista, explicó el equipo.
Su estudio describió el caso de una niña de 12 años que llegó hasta el hospital de Geneva con lesiones en sus manos que le causaban mucho dolor, las que dijo se le habían generado cuatro semanas antes. Ella no tenía lesiones en ningún otro lugar del cuerpo.
Después de un par de preguntas, los doctores descubrieron que varios días antes de la aparición de las lesiones, la niña había empezado a jugar un juego en su PlayStation por muchos horas cada día.
Los investigadores sospecharon que los controles de la consola junto con apretar constantemente los botones produjeron en la niña las heridas menores pero prolongadas, situación que se puede empeorar al transpirar durante un juego muy tenso.
Los doctores recomendaron a la niña dejar de jugar, y se recuperó completamente después de 10 días.