SANTIAGO.- El bullado juicio al sitio de descargas P2P The Pirate Bay , uno de los más populares del mundo, ha dividido a los fanáticos de la música. Los que apoyan el modelo de la industria musical, que hace sus ganancias en base a los discos vendidos, aplaudieron la condena a los responsables de la página. Por otro lado, los que ven en Internet una nueva era para la música se han cuadrado fielmente con los cuatro condenados en primera instancia.
Pero el juicio además podría sentar las bases para que en el futuro, todo tipo de herramientas en Internet que lleven a descargas P2P podrían ser juzgados por pasar a llevar los derechos de autor. Y en ese caso, se podría dar comienzo a una caza de brujas en las que se podría ver afectado el mismísmo Google, tal como lo apuntó la prestigiosa revista Forbes en un artículo titulado “Por qué Google es el nuevo Pirate Bay”.
El buscador por ejemplo, ofrece un “torrent search”, una página dedicada exclusivamente a la búsqueda de “torrents” (el protocolo usado para intercambiar archivos peer to peer, es decir, entre usuarios individuales que comparten canciones o películas que poseen). Aunque, simplemente basta con ingresar la palabra “torrent” en el buscador, para que arroje cientos de resultados.
Al ingresar el nombre de cualquier contenido que pueda ser encontrado para su descarga como torrent, Google redirige a los cientos de sitios que se dedican a comunicar a los usuarios, incluyendo al célebre The Pirate Bay.
En los últimos días se creó un sitio llamado “The Pirate Google ”, que si bien no tiene está relacionado directamente con la empresa ni depende de ella, utiliza su buscador para encontrar torrents.
La defensa de The Pirate Bay fue enfática al destacar que el sitio no albergaba ningún contenido que pudiera estar protegido por los derechos de autor, sino que se limitaba a conectar a los usuarios que poseían estos archivos para que los compartieran. Bajo esa lógica, Google –y otras muchas páginas y servicios- estarían haciendo lo mismo.