WASHINGTON.- Ivonne A-Baki, ex presidenta del Parlamento Andino y candidata a la dirección general de la UNESCO, apuntó a “la educación, la salud pública y las nuevas tecnologías” como claves para reducir la pobreza en la región y en el resto de Latinoamérica.
"El continente está descubriendo nuevas formas de hablarse a sí mismo", dijo A-Baki en una conferencia organizada en Washington por la Corporación para los Retos del Milenio (MCC, por su sigla en inglés), una agencia del Gobierno de Estados Unidos.
"Los grupos excluidos del debate social, como los indígenas, están encontrando maneras de participar gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, que dan voz a los pobres y permiten que les llegue información", añadió la ex embajadora de Ecuador en EE.UU.
Otro de los ponentes de la conferencia, Kevin Healy, de la Fundación Interamericana, opinó que ese impacto de las nuevas tecnologías ha quedado sin embargo limitado por “los bajos niveles de educación” que padece la mayor parte del continente.
A-Baki criticó la “simplificación de la pobreza en muchos debates sobre política económica", y señaló la necesidad de incluir nuevos temas en la agenda de lucha contra la pobreza, como la discriminación de género y el deterioro del medio ambiente.
Para Darius Mans, presidente de la MCC, también es necesario "reducir la corrupción y crear espacios para proyectos emprendedores".
Eric Farnsworth, del Consejo para las Américas (COA), aseguró que las economías latinoamericanas “basadas en las materias primas" tienen aún “muchas lecciones que aprender” de países como China, que "en 2 años ha logrado reducir el número de personas pobres en 250 millones", una cifra equivalente a toda la población del Mercosur.
Según Farnsworth, la “obsesión nacional por el crecimiento” de los chinos puede enseñar al continente a “diversificar, ir más allá de las materias primas” y “promover el empleo en la economía formal".
Farnsworth, que consideró que la vía más rápida hacia el fin de la pobreza es el libre comercio, instó a los países a “garantizar que el capital se quede en los bancos nacionales, para favorecer la inversión privada".
En este sentido, señaló a Chile como ejemplo de país que ha reducido la pobreza a través del crecimiento económico y el libre comercio, y apuntó a Haití como el “extremo opuesto” en el hemisferio.