González ayudó a crear una red mundial que robó más de 40 millones de tarjetas de crédito y débito.
EFE
BOSTON.- Un pirata informático de 28 años se declaró el viernes culpable de uno de los delitos de robo de identidades más grandes que se conocen, y dejó a una jueza federal con el problema de decidir cómo compensar a sus millones de víctimas.
Documentos presentados el mes pasado ya habían mostrado que Albert Gonzalez, de Miami, se declararía culpable de los cargos de los que se le acusa en Massachusetts y Nueva York de que ayudó a crear una red mundial que robó más de 40 millones de tarjetas de crédito y débito de grandes cadenas de tiendas, incluyendo TJX Cos, empresa matriz de T.J. Maxx y Marshalls.
Se enfrenta a cargos similares en Nueva Jersey.
En su primera aparición pública desde que alcanzó el acuerdo para declararse culpable, Gonzalez se mostró mucho más humilde de lo que estuvo el año anterior en esa misma sala, después de su arresto por el caso de Nueva York.
Durante este tiempo se ha cortado su largo pelo, y el viernes pasó la audiencia con ropa de prisión y dando sólo respuestas breves, mientras la jueza Patti Saris revisaba los 20 cargos de los que se declaró culpable.
Gonzalez se enfrenta a hasta 25 años de prisión como parte de su acuerdo, lo que supondría una de las condenas más rígidas que se recuerdan por un delito semejante.
Saris estableció una fecha de condena en diciembre, pero primero pretende revisar cómo pueden las autoridades compensar a su víctimas, entre las que se incluyen las tiendas, los bancos que emitieron las tarjetas y millones de personas.
Las autoridades confiscaron dinero en efectivo, computadores, una casa y una pistola, lo que en total suponía más de 1,6 millones de dólares, pero tanto sus abogados como la fiscalía están de acuerdo en que estos activos son "modestos" en comparación con el daño que causó a sus víctimas.
"Tengo una sensación creciente de que el número de víctimas puede superar el (valor) recuperado disponible", dijo la magistrada en el tribunal.
Tras la audiencia, un esposado Gonzalez fue rápidamente trasladado fuera de la sala, y permanecerá en una prisión federal en Rhode Island. Su abogado, René Palomino, dijo después que el detenido "está extremadamente arrepentido por lo que ha hecho".
Al preguntarle por su nuevo comportamiento, el letrado comentó.
"Una vez que tomas la decisión que él tomó, te quitas mucho de encima. Asumir la responsabilidad de tus acciones es el primer paso para dejarlo atrás", apuntó.