PARÍS.- En París arrancó hoy el proceso de las principales editoriales francesas contra la empresa estadounidense Google, a la que acusan de haber escaneado 100.000 libros franceses sin permiso.
El promotor de la denuncia fue el director del grupo publicitario La Martiniere, Herve de La Martiniere, a quien hoy respaldan los 530 miembros de la Asociación francesa de Editories (SNE) y de la Sociedad de Autores (SGDL). Según los demandantes, en muchos casos Google habría dañado los derechos de autor.
Según el diario francés "La Tribune", la empresa digital alegará que la justicia francesa no es competente en este caso, al basarse en la legislación estadounidense. Argumentará también que la digitalizar no equivale a copiar y que la publicación online de estractos de libros está permitida por la legislación gala. La sentencia del juicio llegará en uno o dos meses. Previamente, las editoriales francesas rechazaron una oferta de indemnización de Google.
El gigante de Internet quiere escanear hasta 20 millones de libros en los próximos años. Desde 2004 el gigante digital digitalizó más de diez millones de libros, en más de la mitad de los casos sin respetar los derechos de autor.
Recientemente la empresa llegó a un acuerdo con las editoriales estadounidenses para pagarles 125 millones de dólares (85 millones de euros), pero el ministerio de Justicia pidió que se revisara el pacto. La justicia estadounidense reclamó a Google y a las editoriales que tomen en mayor consideración las objecciones de los autores y las editoriales extranjeras. Reclamó también que los competidores de Google tuvieran acceso a los libros.
La objección a la biblioteca digital proyectada por Google ha sido especialmente fuerte en Francia por motivos culturales. Los intelectuales advierten de un posible monopolio por parte de la empresa estadounidense. Sin embargo la segunda biblioteca más importante del país, la de Lyon, colabora ya con Google y le permite que digitalice las obras cuyos derechos de autor hayan prescrito.
Google se compromete a permitir el acceso a las obras digitalizadas sin cobrar derechos de autor pero espera obtener grandes beneficios publicitarios.