SANTIAGO.- Los agujeros negros podrían utilizarse para hacer estudios de colisiones de partículas a extremas energías, según un estudio que realizaron tres científicos que trabajan en la Universidad de Oxford, Inglaterra, entre los que se encuentra un investigador de la Universidad Católica de Chile.
Stephen West del Royal Holloway University of London, Max Bañados de la Facultad de Física de la Universidad Católica y Joseph Silo de la Universidad de Oxford.
El trabajo lo publica Physical Review Letters, revista especializada de física de alto impacto, y lo recoge también en un artículo la revista inglesa New Scientist, que aborda temas científicos para todo público.
Max Bañados es profesor del Departamento de Física de la UC. Actualmente se encuentra haciendo cursando una beca de un año en el Departamento de Física de la Universidad de Oxford, gracias a la prestigiosa la John Simon Guggenheim Memorial Foundation. En Inglaterra, trabaja principalmente en gravitación, agujeros negros y en problemas relacionados con materia oscura y energía oscura.
La idea que impulsaron los tres físicos que desarrollaron la investigación es que un agujero negro -que son los aceleradores de partículas propios del universo- puede, en principio, acelerar partículas hasta energías muy altas y hacerlas chocar. Lo interesante es que el choque puede ocurrir fuera del agujero negro y entonces los científicos podrían apreciar el resultado. Cuando las partículas chocan a muy alta energía, existe la posibilidad de revelar la evidencia de una "nueva física".
Esto es justamente lo que intenta hacer el Gran Colisionador de Hadrones (LHC en inglés), el proyecto de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), el más grande y poderoso acelerador de partículas subatómicas, instalado en la frontera suizo-francesa, que busca explorar la naturaleza fundamental de la materia y de las fuerzas básicas que forman nuestro universo.
Lo que los científicos que trabajan en Oxford demostraron en su trabajo, es que un agujero negro podría lograr choques de mucha mayor energía que el LHC. "El problema, por supuesto, es que los agujeros negros están muy lejos, mientras el LHC está en la Tierra", señala Max Bañados. Curiosamente, dice, nuestro resultado, que es bastante simple, no se conocía.
Después de la colisión, una proporción significativa de los productos resultantes sería absorbido por le agujero negro. Sin embargo, los autores del trabajo sospechan que algunos podrían tener suficiente energía como para escapar. Incluso podrían tener la energía suficiente como para llegar a la Tierra y ser detectados por los experimentos, como el Icecube, en la Antártica, o detectores de los satélites.
Las energías en el LHC podría alcanzar un máximo de 14 teraelectronvolts, mientras las energías alrededor de un agujero negro serían teóricamente ilimitadas. Las colisiones en el agujero negro podrían hacer volver a los inicios del Universo, que es también lo que se persigue con los experimentos del LHC. Por otro lado, la energía de las partículas después de la colisión podrían decir mucho sobre la naturaleza de la materia oscura y la estructura del espacio-tiempo alrededor de un agujero negro.