SANTIAGO.- En el mundo de Internet hay de todo. Literalmente. Y en un universo tan vasto, no faltan las cosas molestas.
Seguro que es cosa de gustos, pero hay ciertas convenciones respecto de elementos definitivamente insoportables, como podrían ser los pop-ups, esas irritantes ventanitas que se abren sin previo aviso y se instalan en la pantalla principal para publicitar productos falsos, sorteos inexistentes o premios ficticios.
También molesta el hecho de que ha ciertas personas le disgustan de sobremanera las redes sociales y la moda de que hay que estar inscrito en alguna para poder ser "alguien" en el ciberespacio, aunque eso implique estar transmitiendo a todo el mundo lo que hacemos a cada minuto.
Pero más allá de las apreciaciones, el sitio del diario británico Telehraph se dio el trabajo de hacer una lista de las 50 cosas, que a su parecer, son las más irritantes de la web.
En primer lugar está la repetitiva frase "peor que los nazis", que según el autor, aparece cada vez más en las discusiones cuando toca comparar a alguien con Hitler. Los activistas flojos siguen en la lista, refiriéndose a los cientos de miles de grupos que se forman en Facebook pidiendo más adeptos a su causa, lo que no siempre hace la iniciativa más efectiva.
En el cuarto lugar están los "CAPTCHAs", que si bien pueden no sonarle de nombre, seguramente se los ha encontrado más de alguna vez en Internet. Son esas letras y números deformes que piden para asegurarse que el usuario es un humano y no un "robot" que quiere crear cuentas automáticas.
El Telegraph asegura que los "CAPTCHAs" se están haciendo cada vez más difíciles, hasta llegar el nivel de ser indescifrables.
La quinta cosa más molesta, son los "gurús de los medios sociales", que se explica en una sola frase: "Saber twittear no es una carrera por sí sola".
En el resto de la lista aparecen cosas como los comentarios pedantes que suelen aparecer en los blogs por parte de los lectores que creen que la información nunca es suficiente o precisa; o algo más obvio, los virus y el spam.
Al autor de la lista también le disgustan los blogs -aunque más precisamente la ansiedad que se crea con ellos-, los archivos PDF, el buffering, los videos que se reproducen solos, o las restricciones nacionales para acceder a algún sitio, que está disponible sólo para algunos países. Y eso, que viven en Inglaterra.