SANTIAGO.- Cinco días después de que el popular lector de libros electrónicos de Amazon, llamado Kindle, comenzara a venderse fuera de Estados Unidos, pero no Chile, el subsecretario de Telecomunicaciones, Pablo Bello, logró contactarse con el gigante de las ventas online y obtener una explicación respecto de esta decisión.
Bello, según comentó a través de Twitter y luego explicó a Emol, pudo hablar con representes de la empresa norteamericana, quienes se mostraron gratamente sorprendidos de haber sido contactados por el Gobierno de Chile y luego le explicaron las razones por las cuales el dispositivo no estaba disponible en el territorio nacional.
En primera instancia le aseguraron que la determinación de no vender el Kindle en Chile no obedecía a un problema técnico u operacional, es decir, no tenía que ver con la infraestructura de las redes de Internet que hay en el país, y le dijeron que el lunes le entregarían una explicación formal y extensa por escrito.
El subsecretario explicó que el tema de Kindle no es una ambición personal sino uno de los elementos que se podría sumar para alcanzar "la meta de llegar a los tres millones de conexiones de Internet en Chile", objetivo que, dice, también se podría potenciar si servicios como iTunes Store, Xbox live y Android Market, entre otros, estuvieran plenamente operativos.
Sin embargo, asegura que el caso del Kindle es particularmente llamativo, ya que a diferencia de los otros, que no están en la totalidad o en la mayoría de América Latina, el Kindle no se vende únicamente en Argentina y Chile.
Bello tiene la "sensación" de que en caso de Kindle y en el de iTunes Store son las casas editoriales y los sellos discográficos -quienes imponen licencias de exclusividad en ambos países- los que han sido "reacios" a abrirse al comercio digital de estos contenidos.
Al ser consultado si hay algo que el Gobierno pueda hacer para lograr que estos actores cambien de parecer o hagan más expedita la entrada de este tipo de servicios, el subsecretario reconoce que si es necesario "vamos a tener que como Gobierno convocar a los sellos y sus representantes" para instalar "una mesa de trabajo".