SAN FRANCISCO.- Wikipedia es, posiblemente, la mayor recopilación de conocimiento humano de la historia, pero la enciclopedia en línea sigue registrando numerosos casos de vandalismo pese a sus intentos por erradicarlo de sus páginas.
Durante unas horas este lunes, la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde, fue “ministra de Incultura” en Wikipedia, el último ejemplo de las bromas pesadas que de vez en cuando afectan a los perfiles de personalidades en este portal.
Con más de tres millones de artículos en su versión en inglés -medio millón en la española- Wikipedia es el proyecto enciclopédico más interesante de la historia porque sus artículos han sido creados por sus propios usuarios y cualquiera puede teóricamente introducir información o modificarla.
En este inmenso alcance radica su riqueza y también su principal punto flaco, ya que las bromas de diverso gusto y la difamación ocurren en ella con cierta frecuencia.
Entre los errores más conocidos está el artículo sobre el periodista estadounidense John Seigenthaler, a quien se le relacionaba -erróneamente- con los asesinatos de John F. Kennedy y Robert F. Kennedy.
La mayoría de los errores son editados en pocas horas por la comunidad “wiki” o a veces por los propios interesados, pero Wikimedia, la fundación detrás de Wikipedia, está tratando de evitar que las falsedades sobre personas vivas afecten negativamente a su reputación.
Wikimedia anunció el pasado agosto que todos los cambios sobre personalidades vivas serán revisados en el futuro por un “editor de confianza” antes de hacerse públicos en la red, una atención que hasta ahora sólo recibían las entradas sobre personas como el presidente de EE.UU.
Jay Walsh, portavoz de Wikimedia, dijo a Efe que este sistema ya funciona desde hace tiempo en la versión alemana de la página y que se implementará en breve en la versión en inglés, pero se desconoce cuándo llegará a Wikipedia en español.
Los requisitos para ser “editor de confianza” son simples y, en teoría, cualquier persona que sea usuario de Wikipedia durante más de 48 horas y haya editado al menos cinco artículos en ese tiempo puede recibir este estatus, por lo que el control del resto de la comunidad sigue siendo necesario.
Walsh reconoce que el procedimiento es controvertido. “Es un proceso muy complicado,” dijo. “La gente quiere ser muy cuidadosa" con los cambios en el funcionamiento del portal y añadió que se está discutiendo mucho sobre el tema.
Algunos miembros de la comunidad “wiki” eran partidarios de aumentar el nivel de control sobre todos los artículos y no sólo sobre los de personalidades vivas, pero Walsh explicó que se descartó porque ralentizaría el ritmo de creación de contenidos.
Además, esta idea atentaría en cierto modo contra el espíritu independiente y anti-burocracia de Wikipedia y lo que menos necesita en estos momentos la enciclopedia es ahuyentar a sus miles de colaboradores desinteresados, explicó.
Wikipedia alcanzó su punto más alto en marzo de 2007 con unos 820.000 colaboradores, pero esta cifra está hoy en unos 750.000 al mes, según un estudio de Palo Alto Research Center, en California.
Según la misma fuente, hoy se publican en Wikipedia unos 40.000 nuevos artículos cada mes, frente a los 60.000 de hace tres años.
Es cierto que el número de artículos crece, pero lo hace a un ritmo más lento que antes. Los internautas parecen menos interesados en colaborar con el proyecto, sin que nadie sepa muy bien por qué.
Una de las teoría que circulan es que cada vez quedan menos áreas del conocimiento por cubrir o editar, pues hoy prácticamente todo está ya escrito, al menos en la versión en inglés.
La fundación Wikimedia está tratando de contrarrestar la tendencia simplificando el interfaz de edición e intentado atraer a nuevos editores con poca presencia en el universo “wiki,” especialmente mujeres y personas de países en vías de desarrollo.
"El ’wikipediano’ medio es un hombre joven de un país desarrollado que posiblemente sea estudiante universitario,” reconoció recientemente Sue Gardner, directora ejecutiva de la fundación Wikimedia.
En cambio, las contribuciones de mujeres son sólo un 13 por ciento del total. “Acabamos de empezar a preocuparnos por esto. Realmente es un problema complicado,” añadió.