WASHINGTON.- El número de tigres de Siberia, uno de los felinos más grandes del mundo, bajó mucho, y los culpables son los cazadores furtivos, concluye un estudio publicado este miércoles.
La observación practicada en un territorio de 23.500 km2 permitió censar solo 56 de estos tigres, según un estudio realizado por la Wildlife Conservation Society (WCS, Sociedad Para la Conservación de la Naturaleza) estadounidense, el gobierno ruso y varias ONGs.
La cifra representa una baja de 41% con respecto a 12 años atrás: en aquel entonces se censaron 95 tigres en el mismo sitio, el corazón de su hábitat, que según el estudio representa el 15% de la zona total en la que se desplaza.
Los autores atribuyen esta baja principalmente al aumento de la caza furtiva, que los mata por su piel y sus huesos, utilizados en medicinas alternativas.
Además, su disminución es un hecho que no sólo afecta a los tigres en sí mismos, sino que tiene un efecto en todas las demás especies que componen el ecosistema, subrayaron.