SANTIAGO.- Tener un iPhone es de alguna forma un signo de sofisticación, y el teléfono de Apple se ha convertido en un objeto de deseo. Pero siempre puede ser más.
Porque si a un iPhone 3G S se le agrega un baño de oro e incrustaciones de diamantes, se obtiene el teléfono más caro del mundo, por un precio de US$3.164.000, más de 1.500 millones de pesos chilenos.
El exclusivo objeto –sólo se hizo uno- es responsabilidad de la tienda británica Goldstriker, que se especializa en adornar celulares y iPods entre otros dispositivos electrónicos, con oro, diamantes, y pedrería de Swarovski.
Llamado el "iPhone 3G S Supreme", el teléfono fue vendido a un comprador desconocido, quien pagó la millonaria suma por el opulento modelo, que demoró 10 meses en ser diseñado.
Toda la carcasa del iPhone está creada con 271 gramos de oro sólido, con 136 diamantes en su parte delantera. El logo en la parte trasera se forma de 53 diamantes, y el botón de navegación tiene un diamante de un corte muy exclusivo.