COLUMBIA.- Un equipo de físicos e ingenieros de la Universidad de British Columbia (UBC) realizaron un experimento en un canal de agua cuyos resultados apoyan una teoría propuesta por el eminente físico británico Stephen Hawking hace 35 años sobre los agujeros blancos.
Para ello, los científicos simularon un "agujero blanco", algo así como lo opuesto a un agujero negro, una región del espacio donde supuestamente no puede caer nada y que todo lo escupe, aunque se trata, sencillamente, de una solución matemática.
En 1974, Hawking predijo que los agujeros negros -objetos con un tirón gravitatorio tan fuerte que nada escapa de ellos- también emiten radiación, aunque de forma muy débil. De acuerdo con la teoría, el campo gravitatorio del agujero negro separa los fotones de en pares, de forma uno de ellos cae en el agujero negro, pero el otro escapa en forma de radiación. En definitiva, que el agujero no se traga todo lo que pilla.
Los investigadores de la UBC, liderados por la científica Silke Weinfurtner, pusieron a prueba la teoría de Hawking creando un "agujero blanco" en un canal de agua de seis metros de largo.
El equipo colocó un obstáculo para interrumpir el flujo de agua, de forma que se creaba una región de alta velocidad que bloqueaba las ondas de superficie, generando un flujo de bajada a partir del de subida. La obstrucción simulaba un agujero blanco, el inverso de un agujero negro.
Las ondas superficiales se dividieron en pares de ondas de profundidad, análogo al par de fotones de la teoría de Hawking. Como en los agujeros negros, demostraron que el análogo también emite un espectro térmico de radiación
"Aunque esta simulación obviamente no demuestra la teoría de Hawking, demuestra que sus ideas se aplican ampliamente", afirma el físico teórico de la UBC William Unruh.
"Además de respaldar la teoría de Hawking, los experimentos han generado un número de preguntas sin respuesta sobre la mecánica de fluidos de interés en ingeniería", concluyó Lawrence.