Se cree que para 2025 la demanda de arroz en el mundo se incrementará en un 40 por ciento.
ReutersLOS BAÑOS.- El desarrollo de un "súper arroz" resistente a los bruscos cambios climáticos para garantizar el sustento alimenticio mundial es el objetivo de los científicos de medio mundo que trabajan en un laboratorio de Filipinas.
Los expertos del Instituto de Investigación del Arroz (IRRI, en sus siglas en inglés), una institución ubicada a 60 kilómetros al sur de Manila, y de la Academia China de Ciencias Agrarias investigan desde hace doce años con el fin de dar con la composición del llamado "súper arroz verde".
"Lo que intentamos es crear distintas variedades de arroz que ofrezcan un buen rendimiento a los agricultores con un menor uso de fertilizantes y que además sean resistentes a las condiciones ambientales desfavorables, como las inundaciones, la sequía, las bacterias, las malas hierbas o la alta salinidad del agua", explicó Jauhar Ali, científico de la institución.
En base a los datos de que al cultivo del arroz se destina cerca del 30 por ciento del agua que se emplea en todo el mundo con fines agrícolas y en Asia llega al 80 por ciento, los científicos persiguen crear una semilla que precise menor riego.
"Para 2025 calculamos que la demanda de arroz en el mundo se habrá incrementado un 40 por ciento y a la vez entre 15 y 20 millones de hectáreas de arrozales sufrirán escasez de agua", señaló Ali.
Es por esto mismo que los científicos del laboratorio arrocero han dedicado ya más de una década a cruzar entre si unas 250 variedades de grano y experimentado con híbridos a fin de lograr una semilla que permita cosechar más cantidad de arroz con menos agua y simiente.
Igualmente, ya se han obtenido varias semillas que han dado buen resultado en terreno seco, en áreas inundadas y con alta salinidad y han perdurado ante la invasión de malas hierbas en experimentos realizados en 15 países de Asia y de África.
"Es curioso porque hemos descubierto que los mismos genes implicados en la resistencia a la sequía también favorecen la supervivencia en las inundaciones", señala este investigador.
Este proyecto de "súper arroz", que persigue contribuir a paliar el hambre en las regiones más pobres, no implica modificaciones genéticas artificiales sino decenas de cruces de distintas especies de arroz de todo el planeta hasta conseguir los más resistentes.
Por último, Ali insisió en que el objetivo de su equipo no consiste en crear una variedad única, sino en adaptar las más consumidas en cada zona del mundo a las condiciones ambientales en las que va a crecer el grano sin que por ello pierda calidad y a la vez aumente la cosecha.
"Nos tenemos que adaptar al gusto de cada país porque no es igual el arroz que se consume en Vietnam al que comen en Sri Lanka," concluyó el investigador.