La imagen muestra una parte de la extraña y fascinante región de NGC 6729, una de las maternidades estelares más cercanas a la Tierra.
www.eso.orgSANTIAGO.- Sin duda, el Very Large Telescope que ESO tiene en el Observatorio Cerro Paranal es de los más avanzandos del mundo. Y hoy dio una nueva muestra de ello, al captar "con gran detalle el dramático efecto causado por las estrellas recién nacidas sobre el gas y el polvo del que se han formado", según consigna el sitio web de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral.
"Si bien las estrellas en sí no son visibles, el material eyectado por ellas está chocando con el gas y las nubes de polvo circundantes, creando un paisaje surrealista de arcos incandescentes, manchas y relámpagos", explica la información.
Esta nueva imagen muestra con gran detalle una parte de esta extraña y fascinante región, la NGC 6729, una de las maternidades estelares más cercanas a la Tierra.
Las estrellas se forman al interior de nubes moleculares y las primeras etapas de su desarrollo no pueden ser observadas con telescopios ópticos debido a que el polvo oscurece la visión.
El material eyectado por las estrellas recién nacidas viaja a velocidades de hasta un millón de kilómetros por hora, colisionando con el gas circundante y creando ondas expansivas. Estas colisiones hacen que el gas brille, lo que genera los coloridos y brillantes arcos y manchas conocidos como objetos Herbig–Haro.
Los diferentes colores en las diferentes partes de esta violenta región de formación estelar representan diferentes condiciones –por ejemplo, en las zonas donde el sulfuro ionizado es más brillante (figuras azuladas), la velocidad de las colisiones de material es relativamente baja– y ayudan a los astrónomos a descifrar lo que ocurre en la escena.