BARCELONA.- Matías Duarte (38) es uno de los próceres de Google por estos días. Es el cerebro tras la nueva versión del sistema operativo Android, Honeycomb, donde es el encargado de diseñar la interfaz de usuario. Su trabajo es "hacerlo más comprensible" para las personas, como nos dijo en una entrevista exclusiva que tuvo con Emol en el marco del Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.
Además, es chileno. O sea, nació en Chile y vivió ahí hasta los 7 años, cuando emigró a EE.UU. junto a su familia, donde se quedó para estudiar en la Universidad de Maryland, donde se graduó en Ciencias de la Computación y Bellas Artes, para radicarse en Silicon Valley y comenzar su exitosa carrera como diseñador de interfaces, trabajo por el cual actualmente es considerado un "gurú" en el diseño de telefonía móvil.
Primero fue en Danger, dónde estuvo a cargo del exitoso Sidekick –sí, el mismo teléfono que hizo famoso Paris Hilton-, y luego se pasó a Palm. Ahí desarrolló el WebOS, uno de los sistemas operativos móviles más reconocidos. Y fue entonces cuando Google le puso los ojos encima.
¿Por qué decidiste cambiarte a Google? ¿Qué esperabas de ellos?
Google fue una gran experiencia para mí. He estado trabajando y construyendo sistemas operativos y plataformas móviles por más de una década. Y Android era una oportunidad única de hacer algo que no era sólo un producto, sino una plataforma que sirve para todo tipo de productos diferentes. Esa es una oportunidad que no iba a tener en ninguna otra parte del mundo. Y fue un desafío completamente nuevo, y como diseñador es eso lo que estás buscando: desafíos nuevos.
¿Cuál es la diferencia entre lo que haces en Android y lo que hiciste con WebOS?
La mayor diferencia es la idea de que estás haciendo una plataforma para todo tipo de dispositivos. En todos los proyectos en los que había trabajado antes, puedes tomar decisiones y valorar una cosa por sobre otra. Decir, éstas van a ser las cosas en las que nos vamos a enfocar. Nuestro teléfono va a ser de este tamaño, para este tipo de personas, va a costar tanto. Y así, muchas de tus decisiones de diseño son más fáciles porque te enfocas en eso.
Siempre estás pensando 'ésta puede ser la mejor manera de mostrarlo'. Pero con Android, también tiene que ser flexible y debes contar con el hecho de que alguien más lo va a hacer de una forma diferente. Esa es una de las cosas en la que más trabajamos para Honeycomb: hacerlo más y más flexible, para que diferentes tipos de dispositivos puedan ser construidos para usarlo. No sólo lo obvio que es llevar Android a los tablets, sino que también quitar otras barreras. Por eso, uno de los cambios que hicimos a nivel de interfaz de usuario, es que eliminamos los requisitos de que tenías que tener botones físicos. Inventamos una forma para que la navegación se pudiera hacer enteramente con el software. Y eso significa que es más fácil para los fabricantes de hardware construir cosas diferentes. Si uno quiere construir un dispositivo con botones, puede hacerlo, pero si otro quiere hacer algo que sea sólo software, como lo hemos hecho, también puede hacerlo. Lo pueden hacer con diferente cantidad de botones, en diferentes posiciones. Todo es posible.
Explica que en el desarrollo de Honeycomb esa es una de las principales dificultades con las que se encontraron: Que debía servir para cualquier tipo de dispositivo y con eso en mente, el trabajo era hacer que Android fuera más flexible y además más potente. En eso se enfocaron para esta versión del sistema operativo. "Ahora debemos continuar haciéndolo más consistente y más fácil (para navegar). Esa es nuestra misión, y es más difícil cuando tienes que hacerlo no solo para una plataforma sino para todas, y es por eso que estoy acá, y eso es lo que me emociona: que es un desafío" dice con una emoción notoria, y una sonrisa instalada en su cara.
Android para todos
Aunque es el primer sistema operativo construido pensando en tablets, Duarte aclara que no es exclusivo para estos dispositivos, sino que una de las ideas que él tiene en mente es que pueda ser usado para lo que uno quiera.
"Construimos Honeycomb para permitir este tipo de plataformas y hacernos más flexibles", dice, recalcando todas las mejores que incorporaron: En la usabilidad, en darle más potencia, en mejorar las funciones multitarea, las notificaciones...pero por sobre todo la flexibilidad. "Se pueden tener muchas interfaces fragmentadas, con varias columnas pequeñas, o una sola más grande", ejemplifica, y todas esas cosas van a ser parte fundamental de la plataforma, “y llegarán a cualquier dispositivo Android, ya sea un teléfono, un auto, un refrigerador, a medida que Android crezca, la innovación va a llegar a todos ellos”.
Para Chile, sí!
Matías nació en Talca en 1973 y pasó gran parte de su infancia recorriendo varios países de América Latina, como Brasil, Ecuador y Nicaragua, gracias al trabajo de su padre.
Aunque no tiene mucho de chileno, incluso su español no es el mejor, dice que regularmente viene a visitar a su familia, especialmente a su madre, la economista Marta Sunkel Winkler, de Osorno, y su padre, el planificador urbano Patricio Duarte Rojas, de Santiago.
Por ello su conocimiento del mercado nacional de telefonía celular no es muy acabado.
"Personalmente estoy muy interesado en Chile como mercado. Son reconocidos por tener una alta adopción de tecnología móvil y de smartphones. No sé qué productos de Android están disponibles en Chile, pero en los proyectos en que he trabajado antes, siempre he deseado que mi trabajo pueda ir a Chile y tal vez, Palm podría llegar, Sidekick, no tanto. Con Android ahora sé que mi trabajo llegará a mi país de origen. Y ese es un buen sentimiento también", relata.
Un refrigerador... ¿eso ves en el futuro?
No sé cuál es el futuro, pero una de las cosas entretenidas es que nos sorprendemos con las cosas que la gente construye con Android. Alguien construyó un refrigerador con Android, eso es cool, estoy muy contento de que alguien pudo hacer algo. Es como si tú fueras un fabricante de dulces muy generoso que está dando dulces a todo el mundo, y ellos están haciendo preparaciones geniales con ellos. Entregamos el chocolate y unos hacen tortas, otros hacen donuts, y llega otro y dice, oye, tengo una idea loca, hagamos tocino con chocolate. Es un poco raro, pero estoy feliz de que puedas tratar y hacerlo.
La revolución
Pero la llegada de los tablets no es algo casual. Duarte cree que es parte de una revolución que cambiará (o seguirá cambiando) la forma en que nos relacionamos con la tecnología. "Y esto ha ocurrido en el pasado. Los computadores estaban para las oficinas y después se transformaron en computadores personales, y todos creyeron entender lo que eran los computadores: era una caja, con un disco duro, una pantalla y un teclado. Y luego apareció un mouse, y todos se dieron cuenta de que había una forma diferente de relacionarse con el computador. Y ahora estamos viendo otra revolución como esa. Y es de volver a los computadores 'tocables' e integrados en todas las partes de tu vida. Ya no tienes que tener un mouse para poder alcanzar las cosas y tocarlas. Y esto es sólo el principio de esta revolución. Lo ves en los teléfonos, en los tablets, lo vas a ver en todo tipo de interacción con computadores de aquí en adelante".
¿Crees que los computadores como los conocemos ahora van a desaparecer? ¿Vamos a tener sólo tablets?
No, no creo, pero creo que veremos más tipos de dispositivos, que están realmente optimizados para los usos que le das. Cuando estás en tu sillón, escribir un texto es menos importante. Entonces yo voy a tener un tablet alguien que está sentado en una cafetería, un notebook. Pero sólo porque tienes un aparato que tiene un teclado no quiere decir que no quieras hacer zoom, presionar o mover las cosas en la pantalla. Así es que creo que eso también pasará. Creo que vamos a ver un continuo de dispositivos ajustados para diferentes personas en diferentes tiempos y lugares. Desde teléfonos móviles hasta un desktop. Y todos se van a beneficiar de esta revolución que vemos de interfaces táctiles, gestuales, o tridimensionales.