WASHINGTON.- Científicos estadounidenses han detectado las señales que da un ecosistema antes de deteriorarse, lo que podría ayudar a prevenir los efectos del cambio climático o la contaminación, según un estudio difundido hoy.
En un artículo publicado la revista Science, un equipo de ecologistas demuestra que, prestando atención a los cambios en los procesos clave del ecosistema, como la fotosíntesis, se pueden detectar los primeros signos que anuncian una crisis medioambiental.
"Durante mucho tiempo, los ecologistas pensaba que estos cambios no se podían prever”, señaló Stephen Carpenter, profesor de zoología de la Universidad Wisconsin-Madison (WM-University) y autor del estudio, “pero ahora hemos demostrado que se pueden prever”.
Para demostrarlo, Carpenter y su equipo introdujeron gradualmente en la laguna Peter Lake en Wisconsin (norte) un pez conocido como lubina negra (Micropterus salmoides).
Se trata de un depredador cuya expansión artificial en nuevos ecosistemas ha causado problemas de supervivencia a otras especies autóctonas e hicieron un seguimiento durante tres años.
Utilizando un lago cercano que ya estaba dominado por la lubina negra como un ecosistema de referencia, los investigadores vigilaron el lago experimental en busca de cualquier señal de advertencia, mientras los recién introducidos depredadores comenzaban a dominar la red alimenticia.
Ambos lagos son parte del Centro de Investigación Ambiental de la Universidad de Notre Dame (EE.UU.), que incluye un número de sitios de investigación acuática y terrestre.
Carpenter y sus colegas fueron capaces de observar varias señales, incluyendo cambios en la disponibilidad de la clorofila, fundamental para la fotosíntesis de las plantas acuáticas, más de un año antes de que la transición a una nueva red alimenticia dominada por esta especia se hubiera completado.
El estudio sugiere que, con el tipo adecuado de seguimiento, es posible vigilar los signos vitales de cualquier ecosistema e intervenir a tiempo para evitar lo que a menudo resulta en daños irreversibles al medio ambiente.
Los científicos consideran que estas “señales de advertencia" podrían ser útiles, incluso cuando no conozcan la causa del cambio en el ecosistema, como alarma para comenzar a investigar los motivos y prevenir desastres cuando todavía hay tiempo para intervenir.
Los cambios en el ecosistema también puede tener repercusiones económicas para los humanos, así como en los medios de subsistencia ante una sobreexplotación de la pesca o en el caso de que un bosque se vea afectado por una plaga, advierte el estudio.
"Con más trabajo, esto podría revolucionar la gestión de los ecosistemas”, afirma Carpenter, “el concepto ha sido validado en un experimento de campo y el trabajo en este lago abre la puerta a pruebas en los pastizales, los bosques y los ecosistemas marinos”.