PARÍS.- Imágenes capturadas por la misión Mars Express y divulgadas hoy por la Agencia Espacial Europea (ESA) muestran un sistema de grietas en la corteza del Planeta Rojo conocido como Fosas de Nili que llega hasta los 500 metros de profundidad.
"Algunas de estas fracturas alcanzan los 500 metros de profundidad y pudieron formarse en la misma época que la cuenca” de impacto del gigantesco cráter Isidis en Marte, señaló la ESA en un comunicado.
Se trata de un “sistema de fosas tectónicas ubicado al noreste de la región volcánica de Syrtis Major, en el extremo noroeste de la gran cuenca de impacto de Isidis,” agregó la ESA.
La fosa tectónica es una gran depresión limitada a ambos lados por dos fallas o fracturas en el terreno, que colapsó cuando las fuerzas tectónicas separaron sus extremos, precisó la Agencia Espacial Europea.
"El sistema de Nili contiene un gran número de fallas, dispuestas de forma concéntrica en torno a los bordes de la cuenca de impacto,” añadió la ESA, que señaló que tras la formación del cráter de Isidis éste “se inundó de lava basáltica, lo que provocó su hundimiento”.
La corteza marciana “se resquebrajó bajo el peso de la cuenca inundada dando lugar al sistema de fallas” que se puede observar en las imágenes difundidas.
En una parte de las fotografías, el terreno “presenta un tono más oscuro en la esquina superior izquierda de la imagen, lo que indica que podría estar formado por rocas basálticas o cenizas volcánicas procedentes de la cercana región de Syrtis Major,” según la ESA.
"Este tipo de coladas de lava se forma cuando una gran cantidad de magma basáltico de baja viscosidad recorre una gran distancia antes de enfriarse y solidificarse,” un fenómeno que en la Tierra se puede observar en la región de Deccan Traps, en la India.
En el año 2009, observaciones realizadas con telescopios desde tierra “permitieron descubrir que la atmósfera marciana se enriquecía de metano sobre esta zona, lo que sugiere que todavía existen procesos geológicos -o incluso biológicos- activos en la región”.
"Actualmente, el origen de este metano continua siendo un misterio, y su análisis es una de las prioridades en el estudio de Marte,” agregó la ESA, que tiene programada una misión conjunta con la NASA en 2016 para estudiar este fenómeno.