BERLÍN.- El nivel del agua en los mares y océanos de nuestro planeta ha subido vertiginosamente desde el comienzo de la industrialización y con muchísima más fuerza que en los dos mil años anteriores.
Ello se desprende de un estudio hecho público hoy por el Instituto de Estudios de las Consecuencias del Cambio Climático de Potsdam (PIK), junto a Berlín, basado en el análisis de sedimentos fósiles en la costa atlántica de Norteamérica.
Un equipo internacional de expertos, liderados por el profesor alemán Stefan Rahmstorf, ha ampliado en más de dos milenios los análisis sobre la relación entre la temperatura del aire y la subida del nivel de loa mares, que hasta ahora sólo se había constatado para los últimos 130 años.
El nuevo estudio certifica que el nivel de las aguas aumenta cuanto más caliente es el clima global y que la subida de las temperaturas en nuestro planeta comenzó a acelerarse con el comienzo de la industrialización a finales del siglo XIX.
"El hombre calienta cada vez más el clima con las emisiones de gases, lo que hace derretirse el hielo con mayor rapidez y acelera la subida del nivel del agua marina,” advierte Rahmstorf en una nota emitida por el PIK.
Los datos obtenidos revelan que la Tierra ha atravesado cuatro fases en los últimos 2.200 años, con una primera fase entre el año 200 antes de nuestra era y el año 1000 en el que el nivel de las aguas marinas se mantuvo estable.
En los siguientes 400 años y debido a un periodo climático caliente durante la Edad Media, el nivel de las aguas marinas subió unos 20 centímetros, a razón de 5 centímetros por siglo.
A continuación se registró otra fase de estabilidad, que acabó a finales del siglo XIX con el inicio de la industrialización, lo que ha conducido a una subida de los mares de 20 centímetros en los últimos 130 años.
"Esto demuestra que la subida del nivel de las aguas marinas es mucho mayor que la registrada en los 2.000 años anteriores,” destaca la nota del PIK.
El equipo de científicos basa su estudio en el análisis de los restos calcáreos fosilizados de seres unicelulares recogidos mediante perforaciones en salinas naturales de la costa atlántica norteamericana.
Debido a que esos seres unicelulares viven siempre a una determinada altura dependiente de las mareas, la cantidad y tipo de los sedimentos fosilizados recogidos permitió establecer el nivel del agua en un periodo superior a los dos milenios.
Aunque se trata de un análisis localizado, los investigadores del PIK consideran que en todo el mundo la subida podría oscilar como máximo en diez centímetros hacia arriba o abajo, aunque consideran que probablemente haya sido globalmente la misma que en las costas de Norteamérica.