PARIS.- Según un informe publicado por la compañía Skrill, uno de cada tres usuarios se ven obligados a escribir sus contraseñas para no olvidarlas y un tercio directamente no es capaz de recordarlas. Los nombres de animales domésticos y las fechas de nacimiento son las referencias más usadas para crear las contraseñas.
Ante la masificación de los servicios de internet en el último tiempo, los usuarios de las redes sociales cada vez deben crear más perfiles en internet, y como consecuencia más contraseñas.
La dificultad se genera en que el nombre de usuario se puede usar en varios servicios sin necesidad de cambiarlo, pero en cuanto a las claves, los expertos en seguridad recomiendan no usar la misma en varias cuentas para evitar que en caso de robo los piratas tengan acceso a múltiples servicios. El problema es que el volumen hace difícil para los usuarios recordar todas.
La media de contraseñas memorizadas por un usuario de Internet es de diez. Si tenemos en cuenta que normalmente los usuarios tienen una o dos cuentas de correo, varias redes sociales y varias suscripciones a foros o páginas especializadas, la cifra no es tan elevada.
La investigación, realizada por la compañía Skrill y publicado por el diario The Telegraph, asegura que los usuarios tienen serias dificultades para memorizar todas sus contraseñas.
Asimismo, el informe arrojó que uno de cada tres usuarios debe escribir sus contraseñas para no olvidarse de ellas. Este tipo de prácticas son útiles pero conllevan riesgos ya que si se escriben en un documento en el ordenador, si un 'hacker' accede tendría acceso a todas las contraseñas.
Por su parte, otro tercio de los usuarios directamente no son capaces de recordar todas sus contraseñas. En estos casos, las webs suelen tener un sistema para recordar el código de acceso o un sistema para validar la identidad del usuario.
De igual manera, la investigación reveló que a la hora de crear las contraseñas, un 12% de los usuarios utilizan el nombre de sus mascotas para configurar su clave, mientras que el 10 por ciento usa su fecha de nacimiento. Un grupo más pequeño, el 9 por ciento, utiliza el apellido de soltera de su madre.