PARÍS.- La instancia administrativa francesa encargada de luchar contra la piratería en la Red, Hadopi, tiene en el punto de mira a 20.598 internautas que supuestamente han cometido una infracción y que han reincidido en un periodo de 6 meses, informaron este lunes los responsables de ese organismo.
Se trata de aquellos abonados a un proveedor de internet que en los últimos nueve meses recibieron un primer correo electrónico avisándoles de que desde su dirección IP se estaba cometiendo una infracción y que, al constatarse una presunta reiteración de la falta, recibieron un segundo correo y una carta certificada.
El siguiente paso, según explicó la presidenta de la Comisión de Protección de Datos de Hadopi, Mireille Imbert Quaretta, será tratar "caso por caso y no de manera automática" cada uno de los informes para decidir cuáles deben ser enviados ante la Fiscalía, aún sin fecha.
Serán las instancias judiciales las que decidan si los informes presentados por Hadopi constituyen un delito, con lo que podrían enfrentarse a una pena máxima de 1.600 euros y la suspensión de la línea de internet, o si no procede procesar a cada supuesto infractor.
"Hay un debate (judicial) en marcha para saber qué es lo que se debe cortar", ya que existe la posibilidad de que se deniegue a los infractores acceder a la web, pero que se les permita utilizar servicios de mensajería o de comunicación.
En ese caso, habría que determinar también quién asumiría el coste que supondría para los proveedores acotar las aplicaciones a las que tendría acceso el pirata condenado.
Durante una conferencia de prensa en una sala de espectáculos y ante medio centenar de periodistas, los máximos responsables de Hadopi explicaron que en los últimos nueve meses, en total han detectado 18.380.844 incidentes aparentes.
De ellos, se llegaron a identificar 902.970 direcciones IP a través de los operadores de internet que proporcionan las conexiones y se enviaron 470.878 primeros avisos y 20.598 segundas cartas certificadas por presunta reincidencia, sobre un total de unos 36 millones de abonos de internet que hay en Francia.
"El objetivo es esencialmente pedagógico", reconoció Imbert Quaretta, que señaló que el objetivo de los legisladores al aprobar la ley contra la piratería no era sancionador.
No en vano, en muchos de los casos se explica al presunto infractor que ha podido cometer un error o que, si bien solo se ha descargado una canción, al guardarla en una carpeta de archivos compartidos, se comete una infracción cada vez que se conecta a internet.
Por ello, agregó, se puede pensar que cada vez habrá menos cartas, ya que los responsables de Hadopi cuentan con que el desarrollo de su trabajo tenga un efecto disuasorio, mientas que en paralelo se prepara un sistema más potente capaz de gestionar más casos simultáneamente y llegar hasta los 200.000 diarios frente a los 5.000 de la actualidad.
"Si se tratara de delitos de terrorismo o pedofilia, se habría identificado a todos los infractores", explicó Imbert Quaretta, que calificó a los piratas de "delincuentes de la red" y subrayó que "internet es un problema de todos y no solo de algunos".