WASHINGTON.- Las plumas de ciertas especies de dinosaurios pudieron ser de color café o gris y muy similares a las de las aves de hoy. La certeza proviene de uno de los hallazgos más importantes en la búsqueda científica de las relaciones evolutivas entre ambos grupos de seres vivos.
El descubrimiento es descrito en la última edición de la prestigiosa publicación Science, y fue realizado por investigadores en un sitio de Canadá. Consiste en trozos de ámbar que han conservado plumas, datados como provenientes del último período del Cretácico, al final de la era de los dinosaurios.
La resina solidificada también conservó plumas de aves primitivas, lo que permite a los científicos comparar los patrones de ambos elementos y deducir las relaciones evolutivas entre los dos tipos de cobertura corporal.
Hasta ahora, los hallazgos de este tipo se limitaban a la impresión de las plumas en pizarras de grano muy fino. Tales avances, conseguidos principalmente en China, fueron la primera comprobación de que las aves modernas descienden directamente de grupos de dinosaurios carnívoros.
Ahora, en cambio, los investigadores pueden apreciar detalles precisos de estos elementos biológicos, incluso su color, lo que también hará mucho más precisa la visión que tenemos hoy de los gigantescos animales desaparecidos hace 65 millones de años.
Los trozos de ámbar, además de su valor ornamental, constituyen verdaderas cápsulas del tiempo al guardar en su interior durante millones de años distintos contenidos biológicos, desde restos de plantas y animales a insectos. Éstos quedan atrapados cuando distintos tipos de árboles exudan savia que se endurece al contacto con el aire.