LAS CRUCES, Estados Unidos.- El primer aeropuerto espacial comercial, situado en un remoto lugar del desierto en Nuevo México, ha abierto oficialmente sus puertas con el ánimo de convertir en astronauta al ciudadano que pueda costearse esta "experiencia única".
Este aeropuerto ha sido levantado por la compañía Virgin Galactic, propiedad del magnate inglés sir Richard Branson, quien inauguró la instalación.
Cerca de 400 clientes de todas partes del mundo ya desembolsaron el total o parte de los US $200 mil dólares ($102 millones de pesos) que cuesta el pasaje al espacio. La mitad de ellos estuvo presente en la inauguración, en el desierto de la Jornada del Muerto, una zona deshabitada del estado de Nuevo México.
Durante estos actos se pudo contemplar en vuelo a "WhiteKnightTwo", una de las naves que llevará a los especiales clientes fuera del planeta.
Aunque la fecha del primer viaje aún es desconocida, la mayor parte de los futuros pasajeros no parece estar muy preocupada por ello.
"Es una inversión en esta industria que hoy está naciendo. No es un gasto en absoluto", aseguró el mexicano Harry Zacal, quien afirmó que no tiene la sensación de haberse gastado US $200 mil dólares, sino de estar contribuyendo al desarrollo científico de la Humanidad.
También lo usará la NASA
El costo del nuevo aeropuerto ascendió a los US $209 millones de dólares ($106 mil millones de pesos), aportados por el estado de Nuevo México.
Según la gobernadora Susana Martínez, fueron los propios ciudadanos quienes decidieron que tal proyecto se quedara en ese lugar por los beneficios del turismo que esta base aérea puede atraer.
"Creamos 972 empleos temporales en la construcción de este aeropuerto y ahora se crearán alrededor de 550 empleos permanentes en los siguientes años", indicó Martínez.
Branson ha prometido que él y sus hijos serán los primeros turistas espaciales e inaugurarán así unos vuelos que podrían comenzar en 2013, según el equipo de trabajo de Virgin Galactic.
La pista, de tres kilómetros de largo y 60 metros de ancho, forma parte de un futurista complejo obra del arquitecto Norman Foster. Desde allí está previsto que salgan las nave nodriza "WhiteKnightTwo" (WK2) y las "SpaceShipTwo" (SS2).
Recientemente la NASA y Virgin Galactic firmaron un contrato por 4,5 millones de dólares para que ese organismo pueda utilizar hasta tres vuelos de sus naves con fines científicos.
En febrero pasado, Virgin Galactic firmó su primer contrato para llevar científicos al espacio con fines académicos, concretamente con el Southwest Research Institute (SwRI) de Colorado, cuyos expertos analizarán los efectos de la microgravedad y realizarán experimentos relacionados con la biología, el clima y la investigación astronómica.
Las naves de Virgin Galactic son, de momento, los únicos vehículos privados tripulados capaces de realizar vuelos suborbitales (a unos 100 kilómetros de altura).