WASHINGTON.- El agujero en la capa de ozono en el hemisferio Sur llegó a su máximo anual el pasado 12 septiembre al alcanzar los 16 millones de kilómetros cuadrados, el noveno mayor de los últimos 20 años, informó hoy la Administración Atmosférica y Oceánica (NOAA) y la Agencia Espacial Norteamericana NASA.
La capa de ozono protege la vida terrestre al bloquear los rayos ultravioleta del sol y su reducción adquiere especial importancia en esta época del año, cuando el hemisferio sur ingresa en su época estival.
La NASA y la NOAA utilizan instrumentos terrestres y de medición atmosférica aérea a bordo de globos y satélites para vigilar el agujero de ozono en el Polo Sur, los niveles globales de la capa de ozono en la estratosfera y las sustancias químicas artificiales que contribuyen a la disminución del ozono.
"Las temperaturas más frías que la media en la estratosfera causaron este año un agujero de ozono más grande que el promedio", dijo Paul Newman, jefe científico del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
"A pesar de que era relativamente grande, el área del agujero de ozono este año estaba dentro del rango que esperábamos, dado que los niveles químicos de origen humano persisten en la atmósfera", lamentó.
El director de la división de Observación Mundial de la NOAA, James Butler, señaló que el consumo de estas sustancias que destruyen el ozono disminuye poco a poco debido a la acción internacional, pero todavía hay grandes cantidades de estos productos químicos haciendo daño.
Sin embargo, la mayoría de los productos químicos permanecen en la atmósfera durante décadas. NOAA ha estado siguiendo el agotamiento del ozono en todo el mundo, incluyendo el Polo Sur, desde varias perspectivas, utilizando globos atmosféricos durante 24 años para recoger los perfiles detallados de los niveles de ozono así como con instrumentos terrestres y desde el espacio.