WASHINGTON.- Un equipo internacional de investigadores afirmó el lunes haber encontrado la evidencia de que los caballos jaspeados, representados con manchas por los artistas de la prehistoria, existían y no eran producto de su imaginación.
En sus frescos, los hombres prehistóricos se limitan a reproducir lo que veían todos los días y no se lanzaban a "imaginar" sujetos, al contrario de lo que plantean algunos arqueólogos, según el estudio publicado en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los científicos llegaron a esta conclusión después de efectuar un análisis de los huesos y los dientes de más de 30 caballos originarios de Siberia y de Europa, algunos de los cuales vivieron hace 35.000 años.
Según ellos, seis de los equinos estudiados compartían un gen encontrado hoy en los caballos jaspeados. Hasta ahora, sólo había sido posible probar la existencia de caballos con pelaje monocromático.
Un ejemplo del intenso debate sobre las pinturas en el seno del mundo científico es la representación "caballos jaspeados" situada en la gruta de Pech Merle, en el sudeste de Francia.
Estos frescos datan de hace 25.000 años y representan a caballos blancos con el pelaje manchado de trazos negros.
"La yuxtaposición de los elementos plantea interrogantes sobre si las manchas (representadas sobre los caballos) pertenecen al orden de lo simbólico o lo abstracto, especialmente teniendo en cuenta que el hecho de que muchos investigadores consideran poco probable que los caballos del paleolítico tuvieran un pelaje jaspeado", explicó Terry O'Connor, profesor del departamento de arqueología de la Universidad de York, en Gran Bretaña.
"Sin embargo, nuestra investigación suprime la necesidad de buscar cualquier explicación simbólica con respecto a los caballos. Estos hombres pintaban lo que veían", agregó.