El Meridián iba a bordo de un cohete Soyuz-2. Después de la falla todas las misiones del cohete ruso tendrán que esperar hasta que termine una investigación sobre las causas del problema.
NASAMOSCÚ.- El satélite de comunicaciones militar ruso Meredián se estrelló hoy tras su lanzamiento desde el cosmódromo ruso de Plesetsk con un cohete portador Soyuz-2, informó una fuente del sector aeroespacial ruso.
El aparato militar, de doble uso civil y militar, no pudo ser colocado en su órbita. “Según datos preliminares, se ha producido un fallo en la tercera fase del cohete portador Soyuz-2. Partiendo de esa base se puede asegurar que el satélite ha caído en algún lugar de Siberia. Las coordenadas están siendo precisadas” explicó la fuente a la agencia rusa Interfax.
El Ministerio de Defensa no ha comentado, de momento la información, según las agencias rusas. Como consecuencia, podrían ser cancelados los lanzamientos de seis satélites Globalstar-2 desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, pues todos deben llevarse a cabo con ayuda de cohetes portadores Soyuz-2.1A, muy parecidos al Soyuz-2 que hoy ha fallado.
“El lanzamiento del cohete Soyuz-2.1A previsto para el 28 de diciembre podría ser aplazado, ya que la comisión de investigación necesitará tiempo para aclarar las causas del fallo en la colocación en su órbita del satélite Meridián”, explicó la fuente.
Según el experto aeroespacial, los Soyuz-2 y los Soyuz-2.1A sólo se diferencian en la tercera fase del cohete. El cohete portador con el satélite a bordo fue lanzado a las 12.11 GMT.
El de hoy es el enésimo fracaso de la industria aeroespacial rusa, que el pasado 24 de agosto perdió el carguero espacial Progress, que tras ser lanzado con destino a la Estación Espacial Internacional se estrelló en Siberia. Días antes, Rusia perdía el satélite de telecomunicaciones Express-AM4, que se sumaba a las anteriores pérdidas de un satélite militar geodésico y de otros tres satélites lanzados para completar el sistema de navegación GLONASS, análogo al GPS estadounidense.
La última pérdida fue la de la estación rusa Fobos-Grunt, que por un fallo aún no aclarado quedó en la órbita terrestre en lugar de tomar rumbo a Marte tras ser lanzada al espacio el pasado 8 de noviembre.