BERLÍN.- Un equipo internacional de astrónomos descubrió que en las zonas habitables en torno a las estrellas enanas rojas de la Vía Láctea existen decenas de miles de millones de planetas rocosos, informó hoy el Observatorio Austral Europeo (ESO) desde su central en Garching, en el sur de Alemania.
El sondeo, realizado con el espectrógrafo HARPS, el "cazador de planetas" instalado en el telescopio de 3,6 metros del observatorio de La Silla, en Chile, permitió además deducir que en las vecindades del Sistema Solar, a distancias inferiores a 30 años luz, debe haber una centena de "súper-Tierras" (con una masa de entre una y diez veces la de la Tierra).
Es la primera vez, además, que se mide de forma directa la frecuencia de súper-Tierras en torno a estrellas rojas débiles, que constituyen el 80 por ciento de las estrellas de nuestra galaxia.
"Alrededor del 40 por ciento de todas las estrellas enanas rojas tienen una súper-Tierra orbitando en su zona de habitabilidad, una zona que permite la existencia de agua líquida sobre la superficie del planeta," explicó el líder del equipo internacional, Xavier Bonfils.
Según el astrónomo del Observatorio de Ciencias del Universo de Grenoble (Francia), dado que las enanas rojas son tan comunes -hay unos 160.000 millones en la Vía Láctea-, se puede concluir que "hay decenas de miles de millones de planetas de este tipo sólo en nuestra galaxia".
Durante las observaciones, realizadas durante un periodo de seis años en los cielos australes a partir de una muestra compuesta por 102 estrellas enanas rojas, los científicos descubrieron un total de nueve súper-Tierras.
Los astrónomos estudiaron la presencia de diferentes planetas en torno a enanas rojas y lograron determinar que la frecuencia de súper-Tierras en la zona de habitabilidad es de un 41 por ciento en un rango que va de un 28 por ciento a un 95 por ciento.
Por otra parte, los planetas gigantes -similares a Júpiter y Saturno en nuestro Sistema Solar-, es decir, con una masa de entre 100 y 1.000 veces la de la Tierra, no son tan comunes alrededor de enanas rojas, con una presencia inferior al 12 por ciento.
Según Stéphane Udry, del Observatorio de Ginebra, "la zona de habitabilidad en torno a una enana roja, donde la temperatura es apta para la existencia de agua líquida en la superficie, está más cerca de la estrella que en el caso de la Tierra con respecto al Sol".
"Pero las enanas rojas se conocen por estar sujetas a erupciones estelares o llamaradas, lo que inundaría el planeta de rayos X o radiación ultravioleta: esto haría más difícil la existencia de vida", agregó.
Por su parte, Xavier Delfosse, del Instituto de Planetología y Astrofísica de Grenoble, indicó que ahora que se conoce la existencia de muchas súper-Tierras cercanas, "se espera que alguno de esos planetas pase frente a su estrella anfitriona durante su órbita en torno a la misma".
"Esto abrirá la excitante posibilidad de estudiar la atmósfera de estos planetas y buscar signos de vida", concluyó.
Uno de los planetas descubiertos por el espectrógrafo HARPS es Gliese 667 Cc, el más parecido a nuestro planeta, y casi con seguridad reúne las condiciones adecuadas para la presencia de agua líquida en su superficie, según ESO.