Estudio reveló que el reloj biológico evolucionó de forma parecida en todos los organismos, incluidas las bacterias.
El MercurioLONDRES.- El reloj circadiano, que rige el ritmo biológico de los seres vivos y se activa cada 24 horas, ha evolucionado desde hace 2.500 millones de años de forma parecida en todos los seres vivos, informa hoy la revista británica "Nature".
Una investigación liderada por el neurocientífico Akhilesh Reddy, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), muestra por primera vez que el llamado reloj biológico evolucionó de forma muy parecida desde el inicio de la vida en todos los organismos, incluidas las bacterias, y que sus características son similares.
"Hasta ahora se pensaba que el reloj circadiano de los distintos organismos había evolucionado separadamente, y que cada uno estaba controlado por genes y proteínas diferentes. Nuestro trabajo unifica la forma en la que el reloj interno controla el tiempo", explicó Reddy a Efe.
El reloj circadiano, responsable de la regulación de un gran número de procesos biológicos como el apetito, el sueño y la vigilia, está presente en todas las células menos en las cancerígenas y funciona gracias a la producción de una proteína denominada peroxirredoxina.
Los investigadores asocian alteraciones en esta proteína con desórdenes como la obesidad, la diabetes, el insomnio, la depresión, las enfermedades coronarias y el cáncer, por lo que confían en que este estudio permitirá futuros avances sobre estas enfermedades.
En un estudio divulgado el año pasado, Reddy ya logró demostrar que los humanos no eran los únicos poseedores de este reloj biológico, sino que también podía hallarse en todos los demás organismos cuyo ADN se encuentra en el núcleo de las células, como animales y plantas.
Mediante la observación de los cambios químicos que sufre la peroxirredoxina durante el día y la noche en ratones, moscas de la fruta, hongos y bacterias, su equipo descubrió ahora que hasta las formas de vida más primitivas, incluidos organismos que carecen de núcleo, también están reguladas por este reloj interno.
"Es muy probable que todos los seres vivos tengan un mecanismo similar para medir el tiempo en ciclos de 24 horas, lo que supone un hallazgo completamente nuevo que nos permitiría investigar los ritmos circadianos en organismos en los que no se sospechaba que los tuvieran", señaló Reddy.