PANAMÁ.- Científicos quieren introducir en Panamá mosquitos genéticamente modificados por una empresa británica para combatir al insecto transmisor del dengue, dijo este miércoles Néstor Sousa, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, con sede en el país.
Los mosquitos OGM (organismos genéticamente modificados) introducidos serían machos que competirían con sus congéneres por las hembras, pero cuya descendencia moriría al no poder sobrevivir a la etapa larval en el agua, a menos de que se le de un suplemento nutritivo. Esto conllevaría, por lo tanto, la supresión de la población silvestre.
Esa característica obedece a un gen introducido en un laboratorio por la empresa de biotecnología británica Oxytec. Este proceso tecnológico, aún en etapa de estudios y para el que se han realizado experimentos en Malasia, Brasil e Islas Caimán, tiene efectos adversos teóricos pero ninguno real, aseguró este miércoles Sousa durante una conferencia.
Pero la técnica y la modificación genética generan muchos resquemores entre grupos ecologistas, más aún porque hasta el momento no existen autorizaciones para este tipo de prácticas, y los proyectos de comprar los juegos de estos mosquitos OGM a Oxytec deben aguardar autorizaciones oficiales.
Sousa intenta tranquilizar a los críticos. "Los efectos adversos teóricos existen, pero no hay un riesgo real", replicó, y agregó que este método de control es "más seguro para el ambiente" que los insecticidas.
Los opositores al proyecto temen que el mosquito se descontrole y termine por crear problemas aún mayores a los existentes. "Esta tecnología la han introducido en otros países y no existen resultados. No sabemos qué alteraciones pueden generar en el organismo de las personas. Eso es irresponsable", defendió el ecologista Olmedo Carrasquilla.
En 2011 en Panamá se contabilizaron 3882 casos de dengue que resultaron en 16 muertes, para una enfermedad que afecta a entre 50 a 100 millones de personas, de las que mueren una media de 22.000 al año, según datos de la OPS.