Gracias al quásar, que hace que se iluminen las galaxias oscuras, se pudo observar por primera vez estas galaxias oscuras.
EFEBERLÍN.- Un equipo internacional de astrónomos ha logrado observar por primera vez galaxias oscuras, una etapa temprana de la formación de la galaxia, informó hoy el Observatorio Austral Europeo (ESO) desde su sede central en la ciudad alemana de Garching, al sur del país.
Los científicos utilizaron el telescopio de largo alcance (VLT, por sus siglas en inglés) del observatorio de Cerro Paranal, en Chile, con el que lograron detectar estas galaxias ricas en gas que no contienen estrellas, observando su brillo al ser iluminado por la luz de un quásar.
Según Simon Lilly, de la Universidad Politécnica de Zúrich (Suiza), "la solución al problema de detectar una galaxia oscura era, simplemente, arrojar un poco de luz sobre ella".
"Buscábamos el brillo fluorescente del gas en las galaxias oscuras al ser iluminadas por la luz ultravioleta de un quásar cercano y muy brillante. La luz del quásar hace que la galaxia oscura se encienda en un proceso similar al que se da cuando la ropa blanca se ilumina con luz ultravioleta en una discoteca", precisó.
Además, el equipo de científicos logró determinar algunas de las propiedades de las galaxias oscuras, como por ejemplo que la masa del gas que contienen es de alrededor de mil millones de veces la masa del Sol, algo propio de las galaxias de baja masa ricas en gas del universo temprano.
"Nuestras observaciones con el VLT nos han proporcionado una evidencia de la existencia de nubes oscuras compactas y aisladas", señaló Sebastiano Cantalupo, de la Universidad de California (Estados Unidos), autor principal del estudio.
Agregó que el equipo ha dado "un paso crucial para revelar y comprender tanto las oscuras fases iniciales de la formación de las galaxias, como el proceso por el cual adquieren su gas".
Los astrónomos utilizaron la gran superficie colectora y la precisión del VLT, con las que realizaron una serie de exposiciones muy largas, para detectar el débil brillo fluorescente de las galaxias oscuras -situadas a unos pocos millones de años luz del quásar-, que al no contener estrellas, emiten poca luz.