Archivo El Mercurio
SANTIAGO.- Una pequeña compañía canadiense está intentando sacar al mercado de Estados Unidos una manzana modificada genéticamente, que al ser cortada no se oxida u oscurece, pero el resto de la industria del rubro no ve con buenos ojos esta innovación.
La empresa Okanagan Specialty Fruits afirma que esta nueva versión del fruto será popular entre los consumidores y compañías que proveen servicios de alimentación, al hacer que las manzanas trozadas sean un producto atractivo. Se espera que produzca un efecto positivo en los volúmenes de venta del producto.
Si bien los estadounidenses han estado consumiendo alimentos modificados genéticamente desde la década de 1990, han sido principalmente comidas procesadas. La Arctic Apple ("Manzana Ártica"), como es conocida, podría convertirse en la primera versión de una fruta con modificaciones genéticas que será directamente mascada por los consumidores.
Pero la U.S. Apple Association, organismo que representa a la industria manzanera, se opone a la introducción de este producto, así como otras instituciones del rubro. Afirman que, si bien no creen que ingeniería genética es peligrosa, podría minar la imagen de la fruta como algo natural y saludable.
"No creemos que sea del interés de la industria manzanera de Estados Unidos tener ese producto en el mercado por ahora", dijo Christian Schlect, presidente del Consejo de Horticultura del Noroeste, que representa a la industria en la zona del estado de Washington que produce cerca de un 60% del total de manzanas del país.
El Departamento de Agricultura esperaba abrir desde el viernes un período de 60 días de discusión pública sobre el caso, para dar la aprobación regulatoria para esta manzana modificada. Este mismo proceso se realizó en Canadá, donde la compañía también está en busca de la autorización legal.
Neal Carter, fundador y presidente de la compañía, afirma que estas frutas pueden aumentar las ventas de la industria, tanto como las zanahorias pequeñas lo hicieron en esa categoría.
Según el ejecutivo, una manzana es "para muchas personas un compromiso muy grande". "Si tienes un bol lleno de manzanas en una reunión, las personas no tomarán una entera. Si tienes un plato con manzana trozada, todos sacarían un pedazo", añadió.
El consumo de manzanas frescas en Estados Unidos ha caído gradualmente desde su punto más alto en 1989, de 9,5 kilos anuales por persona, a los 7,25 kilos anuales per cápita que se consumen ahora, según el Departamento de Agricultura.
Las rebanadas de manzana se están transformando en un "snack saludable" bastante popular, al ser vendido en bolsas en supermercados y estar incluidos en las "Cajitas Felices" de McDonald's. Las rebanadas usualmente están condimentadas con vitamina C y calcio para prevenir su oscurecimiento y preservar la frescura. Pero, según Carter, eso también afecta el sabor.
El ejecutivo también dice que los productores sufrirían una menor tasa de rechazo de los supermercados a manzanas que tengan leves golpes, que son comúnes que ocurran durante las distintas etapas de cosecha y distribución.
¿Cuál es el secreto?
Las Arctic Apples contienen un gen sintético que reduce la producción de las polifenol oxidasas (PPOs), una enzima responsable del oscurecimiento que se produce una vez que se quita la cáscara de la fruta.
El gen no viene de otra especie, sino que contiene secuencias de ADN de cuatro de los propios genes de la manzana que ejercen la producción de las polifenol oxidasas. Al poner una copia adicional del gen en la planta, se activa un mecanismo de autodefensa conocido como interferencia RNA, que apaga tanto la copia extra como el gen endógeno.
Algunos críticos dicen que la ausencia de este proceso natural podría provocar problemas en los consumidores habituales, que se pueden preguntar si una manzana podría lucir perfecta, aunque esté podrida.
Lucy Sharratt, coordinadora de la Canadian Biotechnology Action Network, una coalición de grupos críticos de la modificación genética de frutos, afirma que esta tecnología fue "diseñada para convertir la manzana en un producto industrializado" que pueda venderse en bolsas plásticas, en vez de comercializarse como un fruto común.
Carter, en tanto, afirma que si la manzana realmente estuviese podrida por bacterias o infecciones de hongos, de todas formas cambia de color. "Lo que es realmente malo para la gente y que no comen, seguirá siendo así", añadió.
John Graden, presidente de Crunch Pak, una gran abastecedora de manzanas rebanadas a supermercados, dijo que la tecnología Arctic no alcanzaría a mantenerlas sin tornarse morenas por el tiempo requerido de 16 a 21 días. "No creo que alcancen a aguantar suficiente", afirmó. La compañía responsable apunta a que los efectos podrían durar entre 15 y 17 días, bajo las condiciones correctas.
El debate entre ambas partes también fue llevado a las encuentas: Okanagan hizo un estudio el año pasado en el que un 60% de los estadounidenses se había mostrado gran disposición a comprar la manzana modificada, mientras que en Canadá otra encuesta hace un par de semanas indicó que un 70% de sus ciudadanos se oponía a la aprobación de este fruto modificado.
Carter afirma que la reacción de la industria a su manzana puede terminar desalentando la investigación de la ingeniería genética en objetivos más importantes, como combatir enfermedades o resistencia a pesticidas.