El gastroenterólogo hepatólogo UC, Alejandro Soza.
El MercurioSANTIAGO.- En el día mundial de la hepatitis de lucha contra esta enfermedad, que se conmemora los 28 de julio, el doctor gastroenterólogo hepatólogo UC, Alejandro Soza, explicó que esta dolencia significa inflamación del hígado y que sus causas son muy variadas.
Entre las más frecuentes están aquellas hepatitis causadas por virus como el de hepatitis A, B y C, las desencadenadas por medicamentos o toxinas y la esteatohepatitis o hígado graso. El consumo de alcohol en exceso puede producir una hepatitis alcohólica que puede ser muy grave.
Los virus de hepatitis B y C tienen la particularidad de poder persistir por períodos prolongados en el organismo, replicando y dañando el hígado por años o décadas, frecuentemente sin producir síntomas. Sin embargo, estos virus pueden causar un daño acumulativo del hígado que puede llevar a una cirrosis hepática, que es la causa de mayor transplante, o un cáncer hepático.
Los virus A y E se transmiten a través de comidas contaminadas con aguas servidas, como verduras o a través de ingerir mariscos crudos. Por otro lado, las hepatitis B y C se transmiten a través de contacto con la sangre o fluidos de una persona infectada. Típicamente esto incluye las transfusiones de sangre antes de 1996 en Chile, el uso de inyecciones intravenosas (por ejemplo para uso de drogas) y el contagio por vía sexual.
Del mismo modo, diversos agentes químicos pueden producir daño en el hígado. Entre éstos está el alcohol, drogas ilícitas, medicamentos o toxinas como ciertos tipos de hongos (amanita phalloides).
El médico dijo que prácticamente cualquier medicamento tiene potencial de producir daño en el hígado (hepatitis medicamentosa), pero entre los más frecuentes se encuentran algunos anti-infecciosos como medicamentos para tuberculosis, antibióticos como el ácido clavulánico, la flutamida, anticonvulsivantes y el paracetamol.
El tratamiento de las hepatitis virales depende del tipo. En la hepatitis A el tratamiento es de soporte, no requiriéndose medicamentos específicos. Para la hepatitis B crónica existen medicamentos muy efectivos y seguros como el entecavir y el tenofovir, pero que requieren ser tomados por períodos prolongados (años).