En la imagen, cada punto magenta representa uno de los nuevos agujeros negros.
ReutersWASHINGTON.- Las imágenes del telescopio WISE, que apagó sus ojos en febrero del 2011, han revelado una gran abundancia de agujeros negros, algunos miles de millones de veces más grandes que el Sol y que siguen creciendo.
"Las imágenes del WISE han revelado millones de posibles agujeros negros en todo el Universo y alrededor de otros 1.000 objetos que podrían contarse entre las galaxias más brillantes descubiertas hasta ahora", dijo Daniel Sten, un astrónomo del Laboratorio de Propulsión de la NASA en Pasadena, California.
Aparte de los gigantescos agujeros negros, el telescopio infrarrojo de campo ancho ha captado imágenes de galaxias oscurecidas por el polvo cósmico.
"WISE ha expuesto una gran variedad de objetos ocultos", dijo Hashima Hasan, científico del programa de ese telescopio en la sede central de la NASA, en Washington.
"Hemos encontrado un asteroide que baila adelante de la Tierra en su órbita, hemos encontrado los objetos más fríos parecidos a estrellas hallados hasta ahora, y ahora encontramos agujeros negros súper masivos y galaxias que se ocultan tras velos de polvo", añadió.
Los científicos de la agencia espacial estadounidense señalaron, en una teleconferencia, que estos descubrimientos ayudan a que los astrónomos entiendan mejor cómo las galaxias y los grandes agujeros negros en su centro crecen y evolucionan juntos.
"Por ejemplo, el agujero negro gigante en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, llamado Sagitario A, tiene cuatro millones de veces la masa del Sol", señaló en la conferencia Rachel Somerville, directora de Astrofísica en la Universidad Rutgers de Nueva Jersey.
Sagitario 4 ha pasado por períodos de absorción durante los cuales los materiales en el cosmos caen hacia el agujero negro, éste aumenta de temperatura e irradia hacia su entorno.
En un estudio los astrónomos usaron el telescopio WISE para identificar unos 2,5 millones de agujeros negros "alimentándose activamente" en todas las áreas del cielo, y a distancias de hasta más de 10.000 millones de años luz.
Aproximadamente dos tercios de estos agujeros negros jamás se habían detectado porque el polvo cósmico obstruye su luz visible, pero WISE pudo "verlos" porque sus voraces agujeros negros elevan la temperatura y causan un resplandor en la luz infrarroja.
WISE, lanzado en diciembre de 2010 para una misión de diez meses, apagó sus sistemas en febrero del año pasado y permanecerá en hibernación, sin contactos con la Tierra a la espera de un posible uso futuro, según la NASA.