LONDRES.- Científicos estadounidenses hallaron un cúmulo de estrellas dentro de la Vía Láctea en el que cohabitan dos agujeros negros en lugar de uno, según publicó hoy la revista científica británica Nature.
El cúmulo globular M22, formado por hasta un millón de estrellas, contiene al menos dos agujeros negros, un hallazgo que modifica la teoría más sólida hasta el momento al respecto. Según ella, en estas agrupaciones de estrellas se generan cientos de agujeros negros, pero la mayoría de ellos son expulsados hacia fuera debido a fuerzas gravitacionales, y sólo uno puede permanecer dentro del cúmulo.
"Los procesos físicos que esperamos que sucedan están de hecho teniendo lugar en el cúmulo: los agujeros negros son más masivos que las estrellas, lo que hace que emigren al centro del cúmulo e interactúen entre ellos, lo que a su vez causa que muchos agujeros negros sean expulsados del cúmulo", explicó a EFE el astrónomo Jay Strader, de la Michigan State University.
Sin embargo, el hallazgo de dos agujeros negros en un cúmulo demuestra que su proceso de expulsión no es tan eficiente como predicen la mayoría de las teorías. "Cuando sólo quedan unos pocos agujeros negros, no creo que interactúen y se expulsen entre ellos tan rápidamente, por lo que algunos permanecen más tiempo de lo que se pensaba hasta ahora", añadió el investigador.
De hecho, Strader estima que este cúmulo, situado en la constelación de Sagitario y que orbita en torno a la Vía Láctea como si fuese un satélite, podría albergar una población de entre cinco y cien agujeros negros.
El descubrimiento se produjo a partir de imágenes de M22, uno de los cúmulos de estrellas más cercanos a la Tierra, obtenidas por el Very Large Array (VLA), un observatorio radioastronómico situado en las Llanuras de San Agustín, en Nuevo México (EE.UU.).
El equipo de Strader calculó que la masa de cada uno de estos agujeros negros sería entre 10 y 20 veces la del Sol. Otros investigadores habían detectado la coexistencia de más de un agujero negro en otros cúmulos, pero hasta ahora había sido imposible determinar sus masas. Strader subrayó que estos son los primeros agujeros negros situados en un cúmulo que son detectados por emisiones de radio en lugar de por rayos X, lo que significa que ambos estarían aumentando de tamaño.