Aún falta tiempo para que los chilenos puedan votar de forma electrónica en vez de usar lápiz y papel.
Archivo de El MercurioSANTIAGO.- Países como Estados Unidos, Venezuela y Australia ya han optado por mecanismos de votación electrónica. En América Latina destaca el sistema usado por Brasil, país en el cual se utiliza un registro electrónico, de manera de permitir al elector concurrir a cualquier casilla de votación. Ahí el voto se hace por medio de un computador, sin embargo, también es impreso y dejado en una urna. Esto como respaldo, ya que de haber dudas del resultado electrónico pueden recontar los votos de manera manual.
El sistema usado por Brasil es tan solo una de las opciones, y probablemente una de las más efectivas. Promete mayor rapidez y la facilidad de concurrir desde cualquier lugar a votar. Sumado a ello se resta la tarea de vocal, las abstenciones por estar lejos del lugar de votación, y el engorroso conteo de votos.
Pese a las ventajas que ofrece, aún los cambios no se materializan en Chile. Respecto a ello se refieren tres profesionales entendidos en la materia.
Buen funcionamiento
Para José Ignacio Porras, cientista político y director de la consultora ARS Chile, la principal razón que ha frenado la instauración de un nuevo sistema de votación es que el actual funciona de forma correcta.
"No tiene justificación el modificar o el arriesgarse a cambiar a un sistema de votación electrónica porque el que existe funciona relativamente bien y está legitimado socialmente", explica. Considerando este buen funcionamiento del método tradicional la mejora sería marginal, con lo cual un cambio no parece necesario o rentable.
Porras además agrega que el hecho de que la ciudadanía legitime el sistema actual es un factor relevante al momento de plantear cambios en esta materia. Esta es una variable que ha incidido también en países europeos que cuentan con un avance tecnológico importante para generar cambios en este ámbito, pero que siguen con un sistema tradicional dada la validez que da a él la población.
Razón cultural
"Tratándose de elecciones y escrutinios, seguimos aferrados a la tradición del lápiz y papel", comenta Jorge Navarrete, abogado del estudio jurídico Del Río Izquierdo, quien coincide en la confianza que hay en el sistema electoral actual.
"Refleja un patrimonio político y social que hace innecesario que pensemos en alternativas de innovación", dice y además agrega que se trata de una razón cultural, y no técnica, lo que explica que en Chile no se haya implementado el voto electrónico.
"No descarto, con todo, que también haya una predilección por el sistema análogo, vinculado a la tradición, los ritos republicanos y una cierta estética que sigue siendo importante para un gran número de electores", explica.
El Servel
José Miguel Piquer, profesor del departamento de Ciencias de la computación en la Universidad de Chile, suma a las razones mencionadas por Porras y Navarrete una tercera de carácter institucional, referida al organismo a cargo de las elecciones.
"El servicio electoral ha sido siempre tremendamente conservador, a la antigua y nunca ha querido ni siquiera explorar en estos temas más tecnológicos para ver como mejorar el sistema actual", explica.
Según analiza Piquer, el Servel es un organismo muy tradicional, y por ende la inserción de tecnología ha sido un proceso lento que ha recaído en las decisiones de cada directiva a cargo y en su interés por implementar cambios en esta materia. Con ello la adopción del voto electrónico no ha sido una prioridad, ni un proceso natural dentro de la institución.