PLAYA DEL CARMEN.- Un parque ecológico de la península de Yucatán intenta evitar que la guacamaya escarlata, una de las aves más vistosas, desaparezca de México a causa de una "caída catastrófica" de su población.
El parque de Xcaret, creado hace veinte años, lleva trabajando desde 1993 en un programa para conservar el guacamayo rojo (ara macao), que antaño poblaba por miles las selvas mexicanas y de los que ahora apenas hay decenas viviendo en libertad.
Los últimos cálculos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) indican que en la Selva Lacandona, en el Estado de Chiapas, existe la única población de estas aves en México, con unos 150 ejemplares.
Se han arrinconado allí después de haberse extendido durante siglos por comarcas distribuidas desde el norteño departamento de Tamaulipas hasta el sureño de Chiapas.
"Dada la precipitada reducción en distribución de la especie en México, y la baja estimación de su población, es obvio que la población silvestre de la especie ha sufrido una caída catastrófica, presentando un riesgo de desaparecer en México", asegura Conabio.
Esta ave, de gran tamaño, con su vistoso plumaje rojo, amarillo y azul, se encuentra también en bosques húmedos de Colombia, Venezuela, Brasil y otras naciones.
En México ha encontrado en el parque de Xcaret un refugio que, de momento en cautividad, le permite garantizar su supervivencia en este país hasta que progresivamente regrese de nuevo a las selvas mexicanas.
En este parque se encuentra el mayor número de guacamayas escarlatas en México y Centroamérica: 950 ejemplares, de las cuales 100 son parejas en edad de reproducción, la mitad de ellas activas.
Aquí aprenden a volar, a relacionarse con sus semejantes, a formar una familia y a procurarse comida.
"Tienen que aprender muchas cosas", comenta Rodolfo Raigoza, a cargo de uno de los programas de conservación de especies más importantes del parque de Xcaret, el término maya que siempre tuvo la zona y que significa "pequeña caleta".
La idea es que, en diciembre próximo, los primeros cincuenta ejemplares de guacamaya roja o escarlata sean liberados en la comarca de Palenque, en Chiapas, con el fin de marcar una tendencia que pueda asegurar la supervivencia de la especie.
Eso sólo se va a conseguir después de que con el tiempo se haya incrementando el número de parejas reproductivas, con un alto crecimiento en el 2009, y procurando que la liberación de los ejemplares no ponga en riesgo el futuro del proyecto.
Fue en el 2009 cuando Xcaret alcanzó el récord Guiness por el mayor número de guacamayas nacidas en un sólo lugar: 105 nacimientos, de las cuales sobrevivieron los 105 polluelos.
No ha sido fácil llegar a eso, porque la guacayama sólo tiene una pareja en la vida, recuerda Raigoza. "Cuando eligen a su compañero no se separan nunca y si uno de los dos muere es casi imposible que busquen a otro", sostiene.
De hecho, cuando a diario se sueltan decenas de ejemplares desde un montículo del parque para que puedan ser contemplados por los visitantes, al final las parejas vuelven a su lugar volando de regreso juntas.
La guacamaya roja está en peligro de extinción en México no sólo por la destrucción de su hábitat, sino por el comercio ilegal de estas aves, que pueden venderse en el mercado negro hasta en 3.000 dólares la unidad para ser utilizadas como mascotas.
Esta ave suele hacer una puesta de tres huevos por año, pero por lo general sólo sobrevive uno de ellos, siempre y cuando supere la amenaza de abeja africana, que ocupa los nidos y desplaza a las guacamayas.
Además de la guacamaya roja el programa incluye la protección del ejemplar verde (ara militaris), con menos riesgos para su supervivencia.
Xcaret es el parque ecológico y cultural más importante de México, situado cerca de Playa del Carmen y con unas visitas anuales que superan el millón de personas, que llegan a esta comarca para disfrutar de las playas de la Riviera Maya.
El parque fue creado por el empresario Miguel Quintana para dar una alternativa educativa a la principal zona turística de México, y a la vez fomentar el intercambio cultural y la protección del medio ambiente entre las comunidades de la región.
Además del programa de guacamayas, en Xcaret se ejecutan otros proyectos de protección de la fauna, como el de las tortugas marinas, a las que se les presta asistencia para anidar.
Muchas de las que nacen aquí, cerca de cinco millones en los cinco años del programa, vuelven aquí para desovar. De las siete especies de tortuga marina que existen en el mundo, seis colocan sus nidos en las costas de esta región.
El parque ecológico está buscando que la UNESCO lo incluya en la lista de proyectos que destaca por las buenas prácticas para la salvaguardia del patrimonio cultural y material, que recoge programas de ocho países y de los que México aún está ausente.
La propuesta ya ha sido planteada, el comité de la UNESCO correspondiente se reunirá a partir de diciembre y se espera que haya una respuesta el año próximo, según fuentes de Xcaret.