PARÍS.- Evaluar de manera sencilla y sin análisis de sangre qué recién nacidos corren más riesgo de ser obesos es posible gracias a un calculo automático, según los resultados de un estudio realizado por el profesor Philippe Froguel (Imperial College London, CNRS, Instituto Pasteur de Lille) publicados este miércoles en la revista estadounidense PLoS One.
Analizando datos recabados en el momento del nacimiento en niños finlandeses, italianos y estadounidenses, los científicos crearon una ecuación que permite evaluar el riesgo de obesidad ulterior de los recién nacidos.
Estos datos son fáciles de obtener: índice de masa corporal (IMC, calculado dividiendo el peso por la talla al cuadrado) de los padres antes del embarazo, aumento de peso de la madre durante el embarazo, peso del bebé al nacer, profesión de la madre, tabaquismo durante el embarazo y número de hijos en la familia.
Con estos datos, los científicos crearon una ecuación simple, la que publicaron en la web (en inglés) como un formulario que facilita en cuestión de segundos un valor de riesgo de obesidad ulterior de los recién nacidos. Cada uno de esos datos representa un factor de riesgo reconocido de obesidad infantil pero es la primera vez que estos datos se utilizan de manera "combinada" para predecir un sobrepeso futuro desde el nacimiento.
El cálculo fue utilizado con 4.000 niños finlandeses nacidos en 1986 y seguidos hasta la adolescencia, y luego con otras poblaciones infantiles (1.500 niños italianos nacidos en los años 80 y mil niños estadounidenses).
Tener en cuenta características adaptadas a cada población mejora la eficacia de este modo de cálculo (por ejemplo la etnicidad en Estados Unidos), según el científico. Su utilización permitiría concentrar los esfuerzos en el 25% de familias de niños con riesgo alto, que por sí solas comprenden un 80% de futuros niños obesos, estima.
En Europa, la obesidad afecta a un 10% a 25% de niños. en Francia, un 12% de niños de 5 años registran sobrepeso.
La obesidad infantil, que con frecuencia empieza antes de los 5 años, parece estar provocada por el crecimiento extremo de los primeros meses de vida. Una vez asentada, es difícil combatirla. De ahí el interés de intervenir pronto educando a los padres con niños pequeños y evitar sobre todo la alimentación exagerada y los errores nutricionales.