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CHICAGO.- Aunque las principales compañías aéreas ya ofrecen conexión Wi-Fi en pleno vuelo, la potencia de la señal puede ser irregular. Tanto aerolíneas como fabricantes de aeronaves batallan para mejorar el servicio, sobre todo con el creciente uso de dispositivos inalámbricos y con gente que no quiere desconectarse de la red, incluso a una altitud de 10,6 kilómetros.
Uno de los problemas a resolver es que los cuerpos humanos absorben y reflejan las señales de Wi-Fi. Los ingenieros de Boeing Co., con base en Chicago, no podían pedirle a decenas de personas que permanecieran sentadas sin moverse durante días mientras recababan datos durante las pruebas de señal a bordo. Ellos necesitaban aviones llenos para obtener resultados precisos.
Los ingenieros utilizaron entonces sacos de papas para colocarlos en los asientos de los pasajeros mientras trabajaban para eliminar los puntos flacos en las señales inalámbricas en vuelo.
Resulta que, debido a su contenido de agua y química, las papas absorben y reflejan señales de ondas de radio casi de la misma manera que lo hacen los cuerpos humanos, lo que las convierte en sustitutos adecuados para pasajeros de aerolíneas.
"Ahí es donde las papas aparecieron en escena", señaló Adam Tischler, vocero de Boeing.
Recapitulando sobre el sendero fortuito que llevó a una mejor conexión inalámbrica a bordo, Tischler dijo que un miembro del equipo investigador encontró por casualidad un artículo en la publicación Journal of Food Science describiendo una investigación en la cual se evaluaron las propiedades dieléctricas de 15 vegetales y frutas, o la forma en que transmiten electromagnetismo sin conducción.
Sus conclusiones llevaron a los investigadores de Boeing a preguntarse si las papas podrían servir de la misma manera que los humanos durante su propia prueba de señal. A pesar de cierto escepticismo, terminaron comprando nueve toneladas de papas.
Video y fotografías del trabajo, el cual inició en 2006, muestran un avión que fue retirado de servicio cargado con hileras e hileras de sacos de papas que parecían altos pasajeros grumosos. Los sacos se mantuvieron fijos mientras los ingenieros recababan datos sobre las potencias de las señales inalámbricas en varios puntos.
Los ingenieros de Boeing agregaron algunos análisis estadísticos complicados y el resultado fue un sistema patentado para sintonización fina de señales de internet de manera que serían fuertes y confiables cada vez que se utilice una computadora portátil en un avión.
Boeing dice que el sistema además asegura que las señales Wi-Fi no interferirán con los sensibles equipos de navegación y comunicación de los aviones.