Modelo del ''E-ELT''.
ESOSANTANDER.- El Observatorio Europeo Austral (ESO) espera poder iniciar a finales de este año la construcción del E-ELT, el mayor telescopio del mundo, que se instalará en Chile y permitirá buscar rastros de vida fuera del sistema solar.
Así se lo aseguró hoy en declaraciones a EFE el director de ESO, Tim de Zeeuw, quien afirmó que confía en poder reunir pronto todos los fondos necesarios para poner en marcha el proyecto, que supondrá una inversión de 1.401 millones de dólares.
El telescopio E-ELT (European Extremely Large Telescope) se construirá en el Cerro Amazones, en el norte de nuestro país, cerca del sitio que ya tiene el Observatorio Europeo Austral en el cerro Paranal. Tendrá un espejo primario de 39 metros de diámetro, será el más grande y más avanzado del mundo, y permitirá estudiar el universo profundo y buscar evidencias de vida en planetas situados fuera del sistema solar.
La construcción debería haber arrancado en 2012, pero la crisis financiera complicó la obtención de los fondos, que salen del presupuesto ordinario del organismo (procedente de los socios), de aportes adicionales de los catorce Estados europeos miembros, y de la incorporación de Brasil.
Diez de los catorce socios del Observatorio Europeo Austral (Austria, Bélgica, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Suecia y Suiza) ya comprometieron su participación y otros cuatro (España, Reino Unido, Dinamarca y Portugal) todavía no han tomado una decisión al respecto.
El director de ESO subrayó la oportunidad que supone participar en este proyecto y, por eso, confía en que los países que aún no han comprometido los fondos respondan positivamente en los próximos meses. Según dijo, para poder impulsar el proyecto se necesita reunir al menos el 90% del costo, lo cual exige también que se ratifique la incorporación de Brasil a ESO, un proceso que no está siendo demasiado rápido.
El E-ELT se situará cerca del observatorio del cerro Paranal, donde ESO cuenta con el telescopio VLT, y se sumará también al observatorio de La Silla y al proyecto ALMA, todos ellos en Chile. ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) es el observatorio terrestre más complejo del mundo, formado por decenas de antenas que funcionan como radiotelescopios para detectar las longitudes de onda milimétricas y submilimétricas.
Este observatorio empezó a operar a finales de 2011, todavía sin completar su construcción, que se espera que termine también a finales de este año.